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Liga BBVA | Mallorca 2 - Espanyol 0

¡Qué pena, Mallorqueta!

Cedió la Champions al final. Los pericos, rival soso

Tomás Guasch
<b>INSANO DESENLACE. </b>Los jugadores del Mallorca vieron por el vídeomarcador el gol del Sevilla que les dejó fuera de la Champions.
INSANO DESENLACE. Los jugadores del Mallorca vieron por el vídeomarcador el gol del Sevilla que les dejó fuera de la Champions.MIGUEL BORRAS

No sé... Seguramente el Sevilla mereció acabar cuarto. Un equipo que lo busca cuando estaba empatado, luego muerto, con diez ante un rival súper motivado y lo encuentra, pues chapeau. Pero el Mallorca no merecía este final. Si debía quedar fuera de la Champions, que Kanouté y cía hubiesen resuelto su partido antes, sin permitirle ilusiones que acabaron siendo falsas, 0-3 al descanso y a otra cosa, mariposa.

Fue durísimo ver la reacción del gran Manzano y sus futbolistas cuando se enteraron del gol de Rodri. Ellos habían cumplido y esperaron en el terreno de juego el final de Almería. Quedaba nada, un suspiro, cuando otro chaval de la cantera apareció para darle una alegría al sevillismo y, esta vez, un disgustazo enorme a los mallorquinistas. Que jugarán la UEFA y quitémonos el sombrero ante ellos. Exactamente igual que lo habríamos hecho de haber acabado cuartos. Así es el fútbol de loco, pensarán todos los de anoche y el Barça, el Madrid, el Valladolid, el Xerez... Esto no es como es hasta que termina y para el Mallorca fue durísimo: ni su peor enemigo, que no acierto a identificar, le hubiese preparado un desenlace igual.

Porque ellos cerraron la temporada en casa con la brillantez de casi siempre este curso: de 19 partidos ante los suyos, ganaron 15. Ayer, ante un Espanyol que no se jugaba nada y fue el desangeladillo visitante de este campeonato. Pronto vimos que aquello era un Mallorca-Menorca, un partido entre paisanos, un solteros contra casados. En cuanto Víctor Casadesús cazó el 1-0 se acabó el partido. El Espanyol, sin nada en liza, ni siquiera una prima, se hubiera animado seguramente de haberse adelantado en el marcador. No lo hizo y jugó al tran tran. Aouate disfrutó de una de sus noches profesionales más tranquilas. Jamás tuvo su portería en verdadero peligro. Enfrente tuvo un rival aseado, de vacaciones anticipadas. Su gente, alguna por lo menos, le pedía que pusiera en apuros a un Mallorca que no fue un amigo cuando los pericos le necesitaron. Pero les falló la memoria, también las piernas. El interés en el Ono, y allí donde hubiera un periquito, pues la emoción se contagia, se centró en lo que pasaba en Almería. El tanto de Suárez, una extraña volea, cerró el marcador.

Colorín, colorado.

El Espanyol salió con once, hizo sus cambios y consiguió no tirar a puerta casi nunca. Al Mallorca no le iba a fastidiar su rival, el fastidio estaba Mediterráneo abajo... Y llegó cuando todo había acabado en Palma. Honor y gloria para el Mallorca, que se elevó sobre los mil problemas internos del club y vuelve a Europa. Al Espanyol ya le felicitamos por su permanencia. Sólo añadirle pues que, en adelante, todos queremos más.

Hubo pitos para Luis García

Luis García, que en la temporada 2004-2005 metió once goles en Liga para el Mallorca, fue, paradógicamente, silbado por la que fue su afición. El españolista cerró su quinta temporada como perico con tres goles.