La Liga se parte en dos por los derechos de televisión

La escisión en la Liga ya es un hecho. El primer paso para que los clubes grandes y modestos se dividan se representó ayer, después de que diez de los clubes más importantes (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Villarreal, Athletic de Bilbao, Espanyol, Getafe, Deportivo, Racing y Valencia) decidieran reunirse por separado ayer en una Junta de División y luego no acudieran a la Asamblea Extraordinaria vespertina que tenía como centro el reparto de los derechos de televisión en la Liga.

Estos diez clubes se reunieron en Madrid, en la sede de la LFP, por la mañana y, después de la Junta, emitieron un comunicado para iniciar una Superliga independiente (ver comunicado adjunto), que separe la Primera y la Segunda División. Pero lo que subyace en el fondo de todo es la guerra por el reparto de los derechos de televisión. La pretensión de los clubes modestos porque los grandes colectivicen sus derechos ha creado en los segundos la necesidad de separarse.

Y es que los modestos de la Liga se han rebelado y también miran a Europa, a los modelos vigentes en la Premier y en el Calcio, con la ambición de que la Liga española les imite en el reparto de los derechos de televisión. Quieren que el Real Madrid y el Barça, entre otros, tengan una venta colectiva de sus derechos. Es por eso que solicitarán al Gobierno una Ley que regule su venta centralizada, tal y como se ha hecho en Italia.

Los clubes que solicitaron la Junta matutina impugnaron esta decisión y no acudieron a la Asamblea celebrada por la tarde. Aunque, según ha podido saber AS, hay cinco en este grupo que también quieren una venta conjunta de los derechos de televisión. El Racing no acudió a la Asamblea Extraordinaria, aunque tampoco la impugnó.

Los modestos subirán el tono

Los modestos podrían endurecer su postura cuando acabe la Liga. Ayer realizaron un comunicado suave en que reivindicaban al Gobierno que intervenga en el reparto de los derechos de televisión. Pero la próxima semana podrían endurecer su postura reclamando la venta conjunta. Si no lo han hecho ahora es porque delante está la última jornada, decisiva para decidir al campeón y a los equipos que desciendan a Segunda, y no quieren interferir ni enrarecer el ambiente entre clubes en partidos tan decisivos.