Manucho perdona y el Valladolid se complica

El Valladolid dio un importante paso atrás al no poder plasmar con un gol su mayor control de partido ante un medroso Getafe. Los de Míchel, siempre controlados por los hombres de Clemente, apenas inquietaron a Jacobo y aguantaron como pudieron los últimos treinta minutos tras la justa expulsión de Cortés por doble amarilla. Al Valladolid le condenaron su ansiedad y el excesivo cansancio ofrecido en el tramo final del partido. Precisamente esos últimos treinta minutos fueron la clave ya que en ellos los madrileños estuvieron en inferioridad y los pucelanos no supieron sacar partido.

Pero si alguien mereció la victoria ese fue el Valladolid. Clemente ha sabido equilibrar las líneas de los blanquivioletas y ha logrado una evidente seguridad defensiva que permite a su equipo aspirar a ganar los partidos incluso por la mínima. Ayer, ese parecía el plan. El Getafe no existía. Pedro León fue silbado desde la grada y bien anulado por Nivaldo. Miku no apareció. Gavilán ofreció lo mínimo y a Adrián ni se le vio. Los de Míchel fueron el orden defensivo, con Rafa a un gran nivel, y la presencia física de Boateng y de Celestini. Poco más. El partido estuvo en las botas de Manucho, para bien y para mal.

La gran ocasión. A los diez minutos de la segunda parte pudo cambiar la suerte del partido. Manucho, muy trabajador durante toda la tarde, tras realizar una gran jugada individual, logró plantarse sólo frente a Codina. Cuando ya se cantaba el gol en la grada el angoleño se bloqueó y terminó por lanzar el esférico al cuerpo del portero. Fue la gran ocasión del Valladolid, aunque no la única.

Respondió el Getafe con una colada de Pedro León en el área vallisoletana. Jacobo, muy valiente, tapó todo el ángulo y abortó la ocasión del murciano. Pero el que iba a volver a rondar el gol era de nuevo el Valladolid. En el 72' Borja tocó en corto una falta en el lateral del área y Pelé soltó un disparo durísimo que se estrello espectacularmente en el palo izquierdo de la portería de Codina. El Getafe se había salvado. Después llegaron una jugada de Costa que Manucho no aprovechó, un posible penalti a Pelé y un tiro alto del portugués y otro raso de Borja que se marcharon fuera. Los de Clemente fallaron con la espada.