Arderán los banquillos en Zorrilla

Será tarde de pasiones y de transistores. Quedan cuatro jornadas para el final de la Liga y parece que termina hoy. La gloria y la tragedia se citan en Zorrilla con la permanencia de los locales en juego y los sueños europeos de los madrileños a punto de convertirse en realidad. El Valladolid juega su partido ante los de Míchel y juega también en Málaga, Tenerife y A Coruña. Todos, además, a la misma hora. La cosa puede ir muy bien o muy mal. El pronóstico es incierto con tanto partido junto y de tanta trascendencia. El Getafe jugará también en Villarreal. Si los azules ganan por primera vez y el Barça no falla...

Sin saludo.

Los fotógrafos buscarán la foto pero no la conseguirán. Clemente ya ha avisado de que su relación con Míchel es nefasta y que no le saludará. Así evitará al madrileño quedarse con la mano extendida y con cara de tonto. Con el vasco las cosas claras. Porque su guerra es la de seguir acercándose al milagro de la permanencia, el milagro de Clemente. Si el de Barakaldo deja al Valladolid en Primera habrá un antes y un después en la historia del fútbol español y se empezará a creer en lo que no se ve.

Míchel tiene cerca poder convertir a su equipo en la revelación de la Liga. Y vuelve a Zorrilla en unas circunstancias muy diferentes a las de su última visita cuando le cayeron cuatro al Real Madrid Castilla en el año del último ascenso del Valladolid. Ahora llega como favorito, queriendo el balón y buscando el buen fútbol. Enfrente tendrá la garra y el orgullo de un equipo y de toda una ciudad que quieren seguir siendo de Primera.