De Raúl al cielo

Dragones blancos. El Madrid no ganó un partido, se ganó el respeto eterno. No sumó sólo tres puntos, sumó el aliento de millones de personas que se enamoraron anoche del orgullo indomable de este equipo que está genéticamente atado a su gran capitán, al jugador que personifica todos los mandamientos que escribió en su día Santiago Bernabéu para lograr que el Madrid sea el club más grande de todos los tiempos. Un antepasado de Raúl fue El Cid Campeador, que ganó una batalla después de muerto. Raúl ni eso, porque está vivo, coleando, cojeando, goleando y empuñando el Clavo Ardiendo con la fiereza que le da ser el futbolista más ejemplar de los 108 años de historia del RMCF. Fue en La Romareda donde empezó su leyenda el 29 de octubre de 1994 y ha sido en La Romareda donde el 7 ha escrito la página más bella de su carrera, que le inmortalizará entre los corazones de una afición que le respetará hasta el fin de los días. Lesionado, con un dolor que le rompía el alma, con el equipo aturdido por el tsunami de codazos, pisotones y patadas que estaba recibiendo hasta desterrar el buen fútbol con el que inició el partido... Pero Raúl aguantó como ese dragón que en la simbología de la festividad de San Jorge luchó contra el caballero. Raúl es inmortal. Es una tuneladora sin fecha de caducidad. Raúl metió el gol que vale una Liga. Que le renueven hasta el infinito y más allá. Capitán, de Raúl al cielo...

UNDIANATO. Lo he puesto en mayúsculas a propósito para que se vea muy clarito. El mejor árbitro de España, así lo consideraba hasta ayer, se arrugó de una manera sonrojante. Perdonó un penalti de libro a Higuaín y aceptó que Contini, Eliseu y Ponzio convirtiesen el partido en una batalla de trincheras donde la pelota pintaba menos que Carpanta en un curso de dietética. Undiano debió expulsar a los tres (al italiano tras un codazo brutal a Cristiano), pero se asustó. No tuvo la personalidad necesaria cuando la Liga está en juego. Le dio miedo equivocarse a favor del Madrid. Eso es el Villarato. Seguro que a Undiano le irá bien en lo que le resta de su carrera...

El detalle. El Zaragoza sólo tuvo en Colunga una apuesta por el buen fútbol, pero el ex recreativista no pudo hacer más ante un Madrid tan sólido que no necesitó tirar de Higuaín y de Cristiano. De hecho, desde Riazor es el primer partido que el submarino de Pellegrini gana sin necesitar sus goles. Eso sí, el portugués dio las dos asistencias. Un crack de la A la Z.

I belong to Kaká. Grande Ricardo. Tanto sufrimiento en Valdebebas ha tenido el premio que su fe merecía. Su gol emocionó a mis amigos David Edo y Toni de Castellón, Bonilla de Lucena, Olvera, Helmántica, Olaf, Chelle, La Bañeza, Calanda y la Peña de Carabanchel. Hoy como cocido con ellos. Será el cocido del garbanzo ardiendo. Barça, ¡la que te espera!