Liga de Campeones | Inter - Barcelona
Barça: 985 kilómetros en autobús hasta Milán
La nube de cenizas le impidio volar. Hizo noche en Cannes.
Hubo una esperanza hasta el último momento para ahorrarse el palizón de casi 1.000 kilómetros que separan Barcelona de Milán y evitar la nube de cenizas desprendida desde hace días por el volcán Eyjafjalla, pero el tiempo se echó encima, el plan A se fue por los suelos y se activó la opción carretera y manta, nada más concluir la sesión en la Ciudad Deportiva. Guardiola siempre confió en poder volar a algún punto de Italia, para posteriormente acercarse en bus a la capital lombarda, pero no pudo ser. Todo se desarrolló mientras el aeropuerto de El Prat estuvo cerrado (a las dos horas de emprender viaje el equipo, se retomó la actividad en el aeropuerto barcelonés).
Tras repasar que todo estuviera en las máquinas (los directivos viajaron en un segundo autocar), la expedición comenzó a tragar kilómetros. Con Alves (fue el primero en subir al autocar) y Guardiola en la fila noble comandando la expedición de 20 jugadores (Fontàs, del filial fue incluido a última hora, al igual que Abidal, pese a no tener el alta), los jugadores se armaron de paciencia hasta llegar a Cannes (634 kilómetros desde Barcelona), donde el colectivo hizo la primera escala técnica del periplo europeo; allí cenaron, descansaron y esta mañana emprenderán la segunda etapa hasta la capital lombarda.
Iniesta y Chygrynskiy (éste tenía que viajar, pero al final no lo hizo) esperarán que sus compañeros cumplan en el exigente partido de mañana en el Giuseppe Meazza ante un Inter hambriento de títulos y necesitado de un triunfo contundente y que le dé esperanzas para la vuelta en el Camp Nou.
Sin hoteles en Montecarlo
Después de varias reuniones, el equipo técnico y directivo decidió emprender viaje por carretera. Los culés hicieron dos paradas. Pese a que en primer momento se pensó en pernoctar en Montecarlo, la disputa del Masters 1000 (ganó Nadal) negó cualquier posibilidad de encontrar plazas hoteleras.