Tridente contra Agüero

Europa en el horizonte para ambos aunque con distintas explicaciones. La del Villarreal es obvia, pese al disgusto de Getafe, Garrido ha enderezado la nave y ya ve tierra: la Europa League está a dos puntos y la Champions a seis. Pero, me dirán astutamente, el Atleti saldrá a verlas venir tras la debacle ante el Xerez y con el Liverpool a la espera. Sí, pero menos. Porque ahora su vía más factible para asegurarse Europa en la Liga es que el Sevilla entre en Champions y puntuar en El Madrigal sería una ayudita para su nuevo socio. Enrevesado, sí, pero cierto.

Una misión muy complicada para los de Quique por pasado y por presente. La historia recuerda que el Atleti sólo ganó en una de sus ocho visitas ligueras al Villarreal y la actualidad dice que Diego López lleva 426 minutos sin encajar un gol en El Madrigal, donde Garrido ha ganado los cinco partidos que ha dirigido.

La ausencia por lesión de Gonzalo colocará como pareja de Godín en el centro de la defensa a Musacchio, que ya fue titular en el Bernabéu y, aunque la cosa acabó mal (6-2), va sobrado de condiciones.

Pólvora.

También falta Senna y eso borra las dudas sobre qué sistema usará Garrido. Será 4-3-3 y al ataque. Y suma y sigue porque, por si el tridente Rossi-Nilmar-Llorente no fuera suficiente, en mediocampo alineará a otros dos atacantes natos como Ibagaza y Cani. Si la zaga del Atleti está la mitad de despistada que ante el Xerez, ni siquiera el milagroso De Gea podrá salvar los muebles.

El que espera Quique que actúe hoy como héroe es Agüero, que lleva seis partidos sin marcar y se muestra ansioso. Como Kun no puede jugar la ida con el Liverpool, Forlán descansará de inicio en su antigua casa. Assunçao será el otro fijo que empezará en el banquillo, entrando Camacho para acompañar a Tiago. Los que sí jugarán son Reyes y Simao, por lo que Salvio seguirá esperando esa oportunidad que no llega. Y así pinta la noche, uno se juega mucho; otro, algo más de lo que parece, y ambos derrochan talento ofensivo. Divertido.