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Liga BBVA | Sporting 0 - Tenerife 2

El Tenerife respira en Gijón

Los visitantes se llevaron la victoria merecidamente. Pésimo partido de los locales, pitados por su afición. Román y Alfaro fueron los goleadores

El Tenerife respira en Gijón

El Tenerife cogió aire a costa de un Sporting desconocido, que no puso tensión de ningún tipo, en un encuentro en el que el equipo más goleado de la Liga no pasó un solo apuro y, pese a ser el tercero menos eficaz de la competición, marcó dos goles y se permitió el lujo de desaprovechar las ocasiones más claras, en una noche en la que Nino no tenía su punto de mira bien dirigido para aprovechar las indecisiones de los zagueros locales. El encuentro se inició con la presión de los tinerfeñistas por lograr un resultado que le permitiera pensar en algún tipo de milagro en la fase final de la competición. El Sporting salió demasiado confiado, lo que lo arrastró a un desaguisado total, con fuertes censuras desde la grada, por los desatinos del equipo de Preciado. El conjunto rojiblanco salió demasiado cómodo, sin intenciones ofensivas, ante un rival presionado por la clasificación.

A los tres minutos pudo sentenciar el equipo gijonés, pero la ocasión de De las Cuevas se difuminó por falta de ideas. Fue lo único destacable de los rojiblancos en el primer tiempo, porque a partir de ese momento empezó a llevar el peso del partido un dubitativo Tenerife, que dispuso de dos ocasiones claras para marcar, pero Nino no tenía el día. Al menos, en esta fase del partido.

A medida que pasaban los minutos, el Tenerife asumía con más poderío el control del juego, pero sin mordiente ofensiva. Culebras y Sicilia estaban firmes atrás y Mikel Alonso y Román mandaban en el centro del campo. Los gijoneses estaban perdidos ante un rival que se limitaba a llevar el control del partido con más ilusión que sentido futbolístico.

El Molinón, que suele tener una presión ambiental de apoyo a los de casa, empezó a descargar su malestar por la reciente trayectoria del equipo de Preciado, demasiado desdibujado, sin ideas, sin patrón de juego, sin colocación, con un estilo que empezó a rayar la desesperación, aunque los isleños no hacían mucho por desnivelar a su favor el ritmo de un encuentro que pasaba de malo a horrible a medida que transcurrían los minutos.

El único que marcaba las diferencias era el omnipresente Rivera, que poco podía hacer en medio de un desastre posicional, como si la película no fuera con los rojiblancos, mientras que los tinerfeños se limitaban a sobrevivir. En el epílogo del primer tiempo hubo un error de Gregory que Nino tampoco supo aprovechar. Los canarios se perdían en una ilusión a la que no sacaban rendimiento, mientras que los rojiblancos, en la peor actuación del año, provocaban que la reacción de la grada fuera hostil: un ambiente que ni los componentes de la plantilla ni el entrenador conocían.

Tras el descanso se mantuvo un ritmo similar. El partido llevaba camino del empate sin goles, aunque los rojiblancos creaban algunos problemas a la defensa isleña cuando presionaban en el área visitante, aunque fueron muy pocos los momentos de apuro para los visitantes.

El partido se desequilibró cuando menos se esperaba, en una acción que aprovechó muy bien Román para ganar la posición a la defensa gijonesa y marcar a placer ante la media salida de un vendido Juan Pablo. El Molinón volvía a ser talismán para el Tenerife, en un partido en el que los rojiblancos daban demasiadas facilidades a un rival entusiasta, al que le bastaba la ilusión para poner orden en el desorden de los de Preciado.

Los cambios de los locales no sirvieron para dar un giro a la línea de despropósitos que se reiteraba. Aunque se permutaron algunos actores, la imagen se mantenía en un tono de lo más lamentable de la temporada. La Mareona, que siempre ha apoyado de forma incondicional al equipo, se mostró crítica, por la desesperante imagen transmitida por los gijoneses, ante un rival que con poco lograba un triunfo que les daba aire para pensar que el milagro aún es posible, a seis jornadas del final de la competición.

A tres minutos del final llegó la puntilla de Alfaro en otra indecisión de la defensa sportinguista. Los rojiblancos tienen el descenso a ocho puntos y los tinerfeños recortan a dos de la salvación, pendiente de la jornada de hoy. No cabe duda que hasta el rabo todo es toro y el Tenerife no lo tiene todo perdido y el Sporting no lo tiene todo ganado. Queda Liga por abajo.

Míchel estuvo en El Molinón

El centrocampista lenense Míchel, ahora jugador del Birmingham City inglés, estuvo de espectador en El Molinón, al aprovechar un parón de la Premier League. El asturiano, que esta mañana regresará a la capital inglesa, se llevó una decepción del juego de su ex equipo, aunque auguró que "no van a tener problemas para lograr la permanencia".