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Juan Ramón Muñiz

"La situación no es tan grave, nos salvaremos"

AS estuvo ayer con Juan Ramón Muñiz analizando la actualidad del Málaga. Siempre en el ojo del huracán, el técnico asturiano sabe que su figura está tan cuestionada desde unos sectores como ensalzada desde otros. Habló sobre sistemas, Luque, la dirección deportiva, la afición... De todo.

Muñiz

Cómo de preocupante es la situación del Málaga?

Como se preveía al principio. Hasta que no se consigan los objetivos... lo esperado. No hay más preocupación de la que esperábamos, no es tan grave. Sabemos que queda poco tiempo y, en ese periodo, llega intranquilidad e impaciencia. Estas dos cosas no pueden llegar al vestuario.

¿Ha llegado al vestuario?

No. La gente se mantiene concentrada, sabe de las dificultades y que íbamos a llegar en esta situación. Llegamos con seis puntos de ventaja. Eso nos debe dar optimismo. Lo tenemos en nuestra mano.

¿El equipo está preparado para volver a sufrir como en la primera vuelta?

Al principio se sufrió con cuatro puntos por debajo de la permanencia. Ahora, el equipo se ha sobrepuesto. En la primera vuelta, hubo mucho tiempo en el que Valladolid y Tenerife andaban por encima. Cualquiera habría firmado hace seis meses estar así.

Después de los últimos partidos, ¿no da síntomas preocupantes el equipo?

Dentro de esos partidos está también el del Villarreal, que fue muy completo, muy bueno. No hay ni por qué preocuparse ni tampoco tumbarse a esperar que llegue el objetivo. Le cuesta trabajo ganar a todos los equipos. Hemos hecho cuatro puntos. El Tenerife, que parece que lleva otra dinámica, ha hecho cuatro o menos. Llevamos desde septiembre jugando partidos vitales. Ahora sólo queda culminar el trabajo.

¿No cree que se han descuadrado las cuentas?

No. Seguimos a seis puntos de diferencia y el goalaverage.

Pero lo que sí se nota, por las declaraciones de algunos futbolistas, es que están quemados hasta entre los propios compañeros. Reclaman intensidad, agresividad...

No creo que estén quemados con nadie. Es sólo lo que pedimos. Intensidad, un trabajo importante... Estamos solicitando ese esfuerzo para los últimos partidos.

Pero al margen de lo colectivo, da la sensación de que hay gente que no está a su mejor nivel.

A nivel individual, hay veces que estás mejor o peor, pero nunca podemos reprochar una falta de actitud. Entra dentro de la normalidad de un campeonato liguero. El equipo está capacitado para sacar los resultados que necesitamos, para ganar al Sevilla y, psicológicamente, para afrontar dificultades. Tenemos ilusión. Respetamos mucho a un rival diseñado para entrar en Champions. Pero nos jugamos la permanencia. Y en casa.

Después de los resultados ante Xerez y Tenerife, la percepción es que se les ha escapado entre los dedos la salvación.

El Xerez hizo daño. Pero tenemos que reponernos, no podemos seguir lamentándonos de eso. Y tiene que reforzarnos.

Se están discutiendo sus planteamientos, se le tilda de defensivo, se cuestiona por qué sale con un delantero en casa... ¿Cómo se explica eso?

El que mejor conoce la plantilla soy yo. Podíamos empezar a tirar de demagogia y decir que podemos jugar con cinco delanteros. Tenemos que ir a la realidad. El Málaga tiene unos jugadores y unas características. Tenemos que aprovecharlas. Jugar con dos delanteros no significa ser más ofensivo. En Santander jugamos con un punta y ganamos 0-3. En Almería jugamos igual y resulta que somos defensivos. Depende todo de los resultados.

¿Le está perjudicando el sambenito de defensivo?

No, porque no lo valoro. En Segunda me decían ya defensivo con el equipo primero y máximo goleador. El que habla eso pierde credibilidad cuando le sacas los datos.

Sin embargo, la sensación es que el equipo y el entrenador no han conectado con la grada, que no hay comunión.

El segundo año en Primera siempre es más complicado. Llega más exigencia. Pero esa exigencia debe ser acorde a las posibilidades. Sabíamos que era muy difícil repetir la temporada pasada...

Presidente, técnico y jugadores piden apoyo a la afición. ¿El Málaga está preparado para lo contrario?

Lo ideal es que todo el mundo vaya unido. Pero para recibir algo a cambio, los primeros que tenemos que darles algo somos nosotros. Está claro que es vital que el equipo tenga respaldo y se sienta fuerte en casa. Si cuando llega una situación difícil, la unidad se resquebraja y empieza el nerviosismo... Hay que tener en cuenta que tenemos a muchos jóvenes, que nunca han vivido estas situaciones. Lógicamente, no somos nadie para exigir. Es una petición.

¿Se arrepiente de alguna decisión que haya tomado?

No. Mis decisiones siempre están muy valoradas. Nada se hace al azar.

Haga un ejercicio de autocrítica, ¿qué peros se pondría, que le gustaría cambiar?

Soy el menos indicado. Para las críticas y los halagos hay otra gente. Todos mejoramos, cada año que pasa te sientes mejor. Pero con muchas cosas que aprender y corregir.

Y cuando llegan críticas y halagos, ¿cómo se lo toma?

Bien. Intento que los halagos no me pongan eufórico y que las críticas me hundan. Vivo aislado del entorno. No me gusta que nada influya en mis decisiones.

Ese entorno del que usted dice que no tiene la misma información que el cuerpo técnico, se pregunta cosas. Sistemas, jugadores... y Luque.

No me gusta individualizar ni analizar públicamente a ningún jugador. Nunca lo voy a hacer. Es una situación como la de otros que no juegan. No tengo por qué dar explicaciones en público sobre esto.

¿Seguirá teniendo continuidad después de Zaragoza?

Mantenemos un criterio para todos y seguirá siendo así. Nada es por capricho.

Si aporta su calidad, será un refuerzo de lujo.

No hablaré de él o de otro jugador en público porque sería faltarle al respeto.

¿Ha llevado alguna decisión al terreno personal?

Nunca. En el terreno personal tengo a mi familia. Lo otro es profesional, trabajo. Sólo intento beneficiar al club.

¿Hubo algún desgaste en su relación con Fernando Sanz?

En absoluto. Siempre hubo una relación muy fluida. Es raro el día que no hablamos tres o cuatro veces.

Hay un vacío en la dirección deportiva. En Málaga se piensa que usted es mejor en ello que como técnico. ¿Aceptaría ese cargo de nuevo?

Volvemos al entorno. No conoce el día a día. Sé lo que hago, cómo y por qué. En aquella época había que echar una mano y, por suerte, salió muy bien.

¿Y si Sanz se lo pide de nuevo por necesidades del club?

Como no se ha producido, no lo valoro. Ni lo descarto ni me aproximo. Soy entrenador y me lleva mucho tiempo, tiempo que me agrada. Es algo que me completa y no tengo otra aspiración.

Le queda un año más, pero ¿podría marcharse?

No hay nada que me haga replantearme el futuro. Málaga es mi casa y la de mi familia.

Habla de futuro...

Estamos en el camino correcto. Mis miras son conseguir la permanencia y luego un proyecto de futuro. Si aguantamos tres o cuatro años en Primera, ajustando presupuestos... luego podremos dar un salto de calidad y tener otras expectativas.

Ahí entra la cantera.

Si nos mantenemos, para el club habrá sido un año muy bueno. Han subido muchos del filial. Tres o cuatro son titulares ya. Eso es un valor añadido, es patrimonio. Todo, si se redondea con la permanencia...

¿Habrían aguantado el tirón sin los canteranos?

Fueron importantes. Esa ilusión, esas ganas... Pero los veteranos también ayudaron y arrimaron mucho el hombro.

¿Se salva el Málaga?

En esta línea, seguro.