Visado para la salvación

Onésimo, el Valladolid y su afición se agarran a este partido como a un clavo ardiendo. En caso de victoria pucelana y de derrota del Zaragoza en Almería, los vallisoletanos saldrían de puestos de descenso, algo casi impensable hace unas pocas semanas a orillas del Pisuerga. Claro, que los de Pochettino no llegan a Zorrilla dispuestos a facilitar las cosas tras su gran victoria lograda el sábado ante el Sevilla y llegando escarmentado de lo que le hizo el Tenerife, otro angustiado, hace dos jornadas en la isla. El partido se las trae, eso está claro.

Sin Kameni.

Los 'periquitos' vuelven a jugar sin Kameni, lesionado, en la portería y con Osvaldo en punta. El argentino lleva cuatro goles y desde que llegó cedido del Bolonia ha demostrado que está capacitado para facilitar a los blanquiazules una permanencia que quedaría casi sellada en caso de ganar en Valladolid y de poder abrir en la tabla un hueco de 11 puntos como barrera de seguridad con la línea roja del descenso.

Pero Zorrilla será una caldera. Hay tiempo para voltear la situación y todo el mundo está dispuesto a tirar del carro. Los pucelanos buscan por primera vez en la presente Liga su segunda victoria consecutiva y quieren ganar ya en Zorrilla, donde no lo hacen desde el pasado 20 de diciembre. Sólo el Racing es peor local que ellos en la presente temporada. La ausencia de Nauzet Alemán, por graves problemas personales, será suplida con la presencia del joven Keko. El resto serán los mismos que ganaron el sábado en Riazor. No será un partido de exquisiteces y sí de practicidad. Una especie de guerra sin cuartel.