El 'macho' fue... el Murcia

Si con dudas ya llegaba el Hércules del Boqueron a la Nueva Condomina, con una tonelada de ellas sale del coliseo grana. ¿El motivo? Su incapacidad para ganar ante un Murcia que sale reforzadísimo y al que el trío arbitral fue desarmando poco a poco hasta dejarle con sólo nueve jugadores sobre el terreno de juego. Ni aún así fue capaz el cuadro alicantino de generar ni una sola oportunidad de peligro a un Murcia que tirando de casta, agarrándose a un fútbol solidario, de punterón y pelea, terminó celebrando el empate como si de un ascenso se tratara. Un ascenso que difícilmente logrará el cuadro blanquiazul si no es capaz de detener la caída libre de las últimas semanas. El que se vio en la NC fue un Hércules muy triste. Muy pobre, muy poco equipo, muy poco macho... apelativo que sí se ganaron los de Jose que, además, consiguieron emocionar a una grada que terminó enganchada como pocas veces. Era tal el atropello (la roja a Capdevila que 'parió' el linier es para verla... y para que haya nevera), tal la desventaja, tal el abuso, tanto el riesgo... que la grada salió en defensa de los suyos.

Todos los elogios que se merece el cuadro de Jose, por 'honrado', por corajudo, tornan en críticas para un Hércules que se comportó como un equipo ramplón cuando el partido estaba en paridad y que luego fue la viva imagen de un equipo bloqueado, que empieza a emitir síntomas de descomposición. De un equipo al que, se confirma, el viento en contra le convierte en vulgar por más que acumule apellidos ilustres o cinco delanteros. Que es cómo acabó el partido, ese 'Álamo' en el que se convirtió el duelo. A cada intentona de Tote o de Kiko (de lo poco 'potable' del Hércules) respondía el 'ejercito grana' con despejes de todos los colores. Y eso, méritos granas al margen, vino dado por la nulidad de ideas de un Hércules sin fútbol y también sin alma.