Tintín pone a Silva y Páez al frente de la revolución

La semana grande de las fiestas fundacionales de la capital de La Plana arranca hoy con un plato fuerte: Castellón-Real Unión. Un partido dramático si se tiene en cuenta la situación clasificatoria de ambas escuadras. Los castellonenses están agotando sus últimos cartuchos para agarrarse al tren de la salvación. Los irundarras están en plena operación huida de los puestos de abajo. Otro dato significativo del duelo de esta noche en Castalia es que medirán sus fuerzas el peor local de Segunda División (13 puntos, después de ganar tres partidos) contra el peor visitante de la categoría (cinco puntos, tras ganar un encuentro, empatar dos y perder diez). Sin duda alguna se unirá el hambre con las ganas de comer.

Tintín Márquez ya no sabe qué tecla apretar para que el Castellón suene bien afinado y no haya cuerdas que desentonen, como ha sucedido en los tres últimos encuentros. Para la cita de esta noche, el preparador 'orellut' tendrá que hacer un poco de encaje de bolillos: Diego Reyes regresará directo al once para suplir a Baigorri (también podría salirse Pedro) y tampoco estará Enguix, aunque tendrá continuidad, de todos modos, la dupla Mantecón-Mario en la parcela ancha. En cuanto al ataque, Richar Páez y David Silva podrían tener su oportunidad. Pero sólo el técnico sabe qué equipo será el inicial que se enfrentará a vida o muerte a un rival con prisas.

El rival.

El Real Unión llega a la capital de La Plana con la baja del guardameta suplente Otermin, mientras que regresa el lateral zurdo Gurrutxaga. Pocas novedades en el once. Iñaki Alonso ya ha dicho que llegarán a Castellón sin miedo y a por los tres puntos.

Han variado sus decadentes trayectorias

Pese a que ninguno de los dos equipos puede estar tranquilo, al encontrarse ambos en descenso (peor el Castellón, a nueve puntos de la salvación), los adversarios de hoy han corregido sus trayectorias en los últimos tiempos. Así, el Real Unión, de los últimos cinco encuentros, han ganado dos y empatado otros tantos, con una sola derrota. Los de Márquez, en 2010, sólo han perdido un partido de ocho.