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Claudiu Raducanu

"Pochettino me hizo ir hasta la valla... ¡y zas!"

Alejado del esplendor de Primera, 'Radu' vive en Rubí. Se mueve en tren o en el coche de compañeros del Gavà, donde juega. Habló con AS evocando su heroico gol al Villarreal.

Actualizado a
Claudiu Raducanu.

El domingo, su Gavà aguantó el 0-0 contra el Sant Andreu, flamante líder de Segunda B. Vital empate, ¿no?

Sí, porque jugamos bien y eso refuerza la moral cuando lo haces contra el líder. Creo que tenemos bastantes opciones de salvarnos. La tenemos a nueve puntos, pero aún quedan 11 jornadas...

¿Cómo le va por Gavà?

La gente me trata fenomenal. El equipo es muy joven, y eso puede ser un hándicap para la categoría. Pero lucharemos hasta el final.

Antes estuvo en el Poble Sec, en diciembre.

Sí, allí es donde me vio el entrenador del Gavà (Jaume Bonet) y le gusté. A la gente del Poble Sec le agradezco la gran oportunidad que me dieron de entrenarme con ellos un mes y de regresar a España.

Porque usted, desde que dejó el Espanyol en 2004, ha dado mil vueltas.

¡Ya lo creo! Primero fui cedido al Arminia Bielefeld, en Alemania. Pero luego pasé por China, Rumanía, Italia, Azerbayán... Hasta regresar aquí. Si le soy sincero, en ningún lugar he vivido mejor y he disfrutado más como en Barcelona; por el clima, por su gente abierta... Por eso me quiero quedar, aunque todavía no sé en qué equipo, porque mi contrato con el Gavà termina en junio.

Habla del Arminia. Allí estuvo cedido, pero cuando acabó su préstamo aún le quedaban dos años de contrato con el Espanyol. ¿Qué sucedió?

No lo sé, de verdad. En parte creo que no tuve mucha suerte con mi agente anterior, quien me creo que quería mover constantemente para ganar dinero. Pero sí es verdad que el presidente del Arminia, una vez finalizada la cesión, le ofreció a Dani (Sánchez Llibre) un traspaso, por dos millones y medio de euros, pero el Espanyol no aceptó. Me pareció bien, porque yo quería seguir triunfando aquí, pero al ver que no contaban conmigo no lo entendí.

Dicen que fue Miguel Ángel Lotina quien no le quiso...

Yo también escuché ese rumor, pero él a mí no me dijo nada. Así que no le culpo. Lo que no entendí es como no contaron conmigo después de marcar goles decisivos para la salvación, de integrarme. Yo era feliz en el Espanyol.

De haber seguido Luis Fernández, ¿cree que la historia habría cambiado para usted?

Eso nunca se podrá saber. Pero sí es verdad que Luis tenía una calidad altísima como persona y ya no digo como entrenador. Impresionante. El otro día le hicieron un homenaje en Francia y me alegro, porque es alguien importante. Para mí también lo fue.

¿Su vida posterior en China fue especialmente dura?

No crea, lo pasé mucho mejor allí que en Italia (jugó en el Sorrento), el peor destino donde he estado porque se juega demasiado atrás, demasiado defensivo. El nivel chino no es tan bajo como se cree y la vida es aceptable para un europeo. La gente, además, es muy respetuosa. En Guangzhou también disfruté, y estaba a sólo dos horas de Beijing.

¿Entiende entonces lo que pasó aquí con Nakamura?

Yo no viví en Japón, pero es verdad que las costumbres cambian mucho entre Europa y Asia. Pero yo en China vivía solo y me logré adaptar... Cada persona es un mundo.

¿Cree que a Dani Osvaldo, un delantero fichado en invierno como le pasó a usted, también le viene bien ese cambio de Italia por esta Liga?

Eso espero. De momento ya lleva dos goles y el del domingo fue exquisito. Un delantero goza más y juega mejor en España o en Inglaterra.

Otro caso paralelo al suyo fue hace un año Iván Alonso.

Sí, y sus goles también contribuyeron claramente a la salvación. Me alegré mucho.

¿Usted ya es un perico más?

¡Desde luego! En cuanto pude fui a Cornellà-El Prat, lástima que fuera en el 0-4 del Racing. Allí estuve con Dani, que me recordó aquella permanencia. Y el año pasado vi por televisión los dos goles de De la Peña ante el Barça. ¡Menudo alegrón por el equipo y por él! Es un jugador diferente al resto, muy especial y fundamental para el Espanyol. Su lesión tan grave es una pena enorme.

¿También le parece una pena la situación de Raúl Tamudo?

Mucho, ¡qué gran jugador es Tamudo! Mire, durante mis seis meses en el Espanyol el vestuario estuvo unidísimo, fuimos una familia luchando por un mismo objetivo. No lo diría si no fuera verdad porque no gano nada. Y Tamudo, en contra de lo que ya se decía entonces, nunca hablaba ni trataba de mandar sobre el resto. Eso es mentira. Lo que debe pasar ahora es que seguro que tiene problemas con el entrenador. Antes eran amigos, ahora no sé qué habrá pasado entre ellos.

¿Cómo era el Pochettino jugador? ¿Se le veía ya madera de líder y de técnico?

Era bastante líder, pero tampoco ordenaba a nadie. Era buena persona y un trabajador serio... Y muy buen defensa.

Total, que el Espanyol sin Tamudo está ganando en casa y sufriendo mucho fuera.

Sí, y no lo entiendo. Antes también jugaban bien fuera; el día del Barça lo hicieron de maravilla. Pero ahora la diferencia es brutal. Y yo creo que acusan, como le pasa al Gavà, la excesiva juventud. Es muy importante ganar al Villarreal, para solventar dudas y para seguir fuertes en casa. El estadio de ahora es impresionante, se ganarán muchos más puntos.

¿Podrá ir a ver el partido?

¡No, y me encantaría! Tengo partido con el Gavà a esa misma hora en Sabadell.

Sí estuvo en El Madrigal en la temporada 2003-04. Cuéntenos aquel 0-1 en el 89'.

Fue maravilloso. Salí en la segunda parte, fallé una primera oportunidad y marqué la segunda, a pase de Maxi. Por cierto, otro que dejaron escapar y ahora está triunfando en el Liverpool. Me volví loco, recuerdo como los compañeros salieron del banquillo a abalanzarse sobre mí, empezando por Torricelli. ¡Marqué un gol importantísimo en mi debut!

Luego pasó lo de la valla...

¿Cómo olvidarlo? Acabó el partido y, cuando me iba hacia el vestuario, Pochettino me dijo que me fuera hacia la grada, que la afición quería mi camiseta. Así lo hice, con tan mala suerte que se rompió. Fue un ¡zas! monstruoso, no supe cómo reaccionar. Justo lancé mi camiseta, la valla cedió y alguien la cogió al vuelo. Suerte que no pasó nada grave.

¿Habló con los heridos?

Dos vinieron a Montjuïc y les firmé el brazo enyesado. Les pedí perdón aunque me dijeron que no fue culpa mía.

Y en Montjuïc precisamente marcó contra el Atlético.

¡Dos goles! Otra locura. Antes del partido, en el vestuario, me acerqué a Luis y le dije que marcaría dos goles. Se lo pueden preguntar a él. Fue muy fuerte. Jamás olvidaré aquellos seis meses como perico...