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Liga BBVA | Valladolid 1 - Mallorca 2

Estocada letal del Mallorca

Los de Onésimo tiraron otro gol de ventaja. Rubén y Julio Álvarez remontaron. Los de Manzano tocan Europa y el Valladolid se hunde

Estocada letal del Mallorca

Se impuso la lógica y ganó el mejor. El equipo que durante los 90 minutos tuvo las ideas más claras. El que tiene mejores jugadores y que gozan de una salud mental que para sí quisieran los jugadores del tembloroso Valladolid. Una vez más los de Onésimo vieron cómo adelantarse en el marcador no les servía para nada. Y eso es muy duro. Sobre todo, para un equipo que no gana desde diciembre y que sólo ha obtenido tres victorias de las 24 jornadas de Liga que se llevan disputadas. La constatada mejoría del Valladolid en los dos últimos partidos, ante Zaragoza y Osasuna, se quedó en nada en cuanto enfrente tuvo a un equipo de un nivel superior como los mallorquines. Manzano le enseñó a Onésimo la cruda realidad de la verdadera situación del Valladolid, la de un equipo que empieza a estar desesperado porque no gana y porque cada vez queda menos Liga. Estamos en marzo y esto se acaba a mediados de mayo, o sea, pasado mañana.

El partido se bailó al ritmo que marcó Borja Valero. Con buenos lugartenientes como Varela y Castro para conectar con los puntas, Víctor y Aduriz, no necesitó hacer cosas extraordinarias para controlar los ímpetus del Valladolid y para ser el que durante la primera parte llevara las mayores opciones de peligro.

En realidad, más que anular el juego ofensivo local, los defensas del Mallorca vieron como éste se anuló solo dada la inoperancia de Manucho, un lastre, y de Sesma, empeñado en desperdiciar partido tras partido la confianza que Onésimo le está dando al canario. Y viviendo tranquilos atrás, los de Manzano se asomaron con intención por los dominios de Justo Villar. A consignar un tiro de Aduriz cruzado que se marchó fuera en el 15', un gol bien anulado a Víctor Casadesús, tras tocar el balón en el poste por tiro de Castro en el 18', y un mano a mano de Aduriz, de nuevo, que detuvo con acierto Villar. Sin llegar a bordarlo, el Mallorca era superior. Dominaba y quería ganar. El Valladolid era un equipo dubitativo atrás e inexistente arriba. Del mediocampo sólo cabe destacar la entrega y el pundonor de Borja, sin más. De Medunjanin no llegaron noticias.

Sale Costa. Lo tuvo que ver muy mal Onésimo para decidirse a sacar tras el descanso a Diego Costa. Sacar al brasileño era un riesgo que había que correr. Había que ganar, y con lo que se había visto en la primera parte, iba a ser una misión imposible conseguirlo sin el brasileño. Se fueron al banquillo Manucho y Sesma, los dos más flojos y todo se le puso de cara a los pucelanos cuando en el 49' Bueno iba a lograr el primer gol del partido. Al Mallorca se le empezaban a aparecer en ese momento los fantasmas de Xerez y de Tenerife. Siendo mejor, iba perdiendo. Todo comenzó con un gran disparo de Del Horno que Aouate rechazó y que Keko transformó en asistencia de oro para Alberto Bueno.

Sin jugar bien, el Valladolid tenía el partido donde quería. Se trataba de saber si esta vez iba a ser capaz de aguantar con la ventaja en el marcador. Después se sabría que no.

A 25' del final salió al campo Julio Álvarez. El Valladolid no tenía el balón y trataba de sentenciar al contragolpe, pero el Mallorca tenía la llave para voltear el choque. A los 4' de salir, Julio Álvarez sacó un córner y Rubén lo remató solo, a placer, logrando el empate. El golpe anímico fue tremendo para los vallisoletanos. El Mallorca empezó a pensar en ganar. Manzano sacó a Webó al campo para tensar más la cuerda. En una jugada de desconcierto defensivo local, el balón le llegó al africano, que tuvo la habilidad de asistir a Julio Álvarez, que sin piedad anotaba el segundo. Zorrilla se quedaba en silencio y Manzano había logrado el efecto esperado con los cambios efectuados. Aouate remataba la faena al final con una gran parada tras cabezazo espectacular de Arzo. El Mallorca presentó anoche serias credenciales para jugar el próximo año en Europa. El Valladolid se hunde en la tabla y cada vez siente más cerca el aliento de la Segunda División. Y cuando llegue el verano, pase lo que pase, Manzano y Onésimo, como buenos vecinos, seguirán hablando de fútbol.

El detalle: Onésimo cambió de banquillo

El técnico del Valladolid decidió ocupar el banquillo contrario al habitual del conjunto local. De esta forma se situó en la zona en la que actúa el auxiliar de banda. Preguntado al respecto en rueda de prensa, descartó que el cambio estuviera motivado por una superstición.