El Real Unión perdona a un Girona muy premiado

Es una ley no escrita del mundo de fútbol que pocas veces no se cumple. El que perdona, lo paga. Ayer no podía ser menos en el Stadium Gal. El Real Unión mereció ganar con claridad y dibujó ocasiones de todos los colores, pero no atinó a ver puerta. Y el Girona, que apenas existió en la primera hora en ataque, aprovechó su primera oportunidad clara para adelantarse en el marcador. Pero esta vez el fútbol fue un poquito benévolo y dio un pequeña parte del botín que habían merecido los locales. Sólo la falta de puntería condenó al Real Unión ante un Girona que se lleva un valioso punto de Irún con lo mínimo.

Tan de moda este fin de semana, el equipo irundarra fue una 'ciclogénesis explosiva' para el Girona en la primera parte. Exceptuando un tímido remate de cabeza de Calle que ni vio puerta, los gerundenses no se acercaron por los dominios de Jauregi. Con Juán Domínguez en plan estrella, y Sanz y Romo dominando la zona ancha, las ocasiones y el fútbol empezaron a llegar del lado local, al que sólo le faltó marcar. Jorquera tuvo que emplearse a fondo y dio la sensación de que más y mejor no lo puede hacer este Real Unión para ganar un partido.

Tras el descanso, las fuerzas se igualaron algo. El Girona estiró líneas gracias al empuje del único que hizo algo ayer en Irun, un incansable y batallador Peragón, que tiró de pillería para adelantar sin merecerlo a su equipo. Pase de Galán que corta la defensa, el balón se envenena, la defensa duda en su único despiste y el madrileño, el más listo de la clase, ve recompensada su insistencia. El Real Unión reaccionó, se reveló contra su mala suerte y Sanz, muy completo ayer, se recorrió medio campo tirando paredes con Sergio y Descarga hasta ser derribado claramente dentro del área de Jorquera. Romo, quién sino, trasnformó la pena máxima poniendo el empate definitivo que sirve de muy poco a ambos.