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Liga BBVA | Valladolid 1 - Zaragoza 1

Suazo lo deja todo igual

El chileno marcó de punterazo. Gran partido, gol y lesión de Costa. Carrizo, manos de mantequilla. El Valladolid demostró alguna mejora con Onésimo

<b>DURA PELEA. </b>Diego Costa fue un quebradero de cabeza parta los defensas del Zaragoza. Contini, en la imagen con el brasileño, vio amarilla. El delantero se fue lesionado.

Suazo y Diego Costa fueron los protagonistas del partido. Cada uno a su estilo, fieles a su particular forma de jugar, pero estuvieron un peldaño más arriba que los demás. El chileno se inventó un disparo de puntera, de los que no se ven mucho, para rescatar al Zaragoza cuando estaba a punto de irse al descanso en desventaja. El brasileño tiró del Valladolid todo lo que pudo, hizo un gol, lanzó al palo y trajo de cabeza a los excesivamente duros defensas del Zaragoza.

El Valladolid hizo más por ganar, pero no fue mucho mejor. Atacó con más deseo, pero le faltó intención. Quiso jugar la pelota mientras las fuerzas se lo permitieron, pero los de Gay demostraron haber sabido formar un bloque sólido, con dos centrales que conocen bien el oficio, y preparado para superar con éxito finales como la de ayer de Zorrilla. El Zaragoza, más que rematar a su rival, quería salir vivo de Valladolid y lo consiguió.

Fueron prometedores los primeros 30 minutos pucelanos. Al equipo se le vio con más orden, queriendo tener el balón, mejor asentado en defensa, muy distinto a la era Mendilibar. Con Medunjanin y Pelé imponiéndose en el manejo del partido a Gabi y Ander Herrera. Enfrente, un Zaragoza serio y sin alharacas. Firme atrás, pero sin verlas en medio campo. Tras un primer aviso de Sesma a los 5', llegó después un cabezazo de Del Horno que se fue alto. De Lafita y Suazo no llegaban noticias.

Y pronto llegaría el gol del Valladolid. Era el premio a la intensidad. Borja colgó un balón inocente, pero Carrizo, con las manos de mantequilla toda la tarde, fue estorbado por Jarosik y el balón quedó a merced de Costa y de Manucho para rematar. El angoleño golpea al brasileño sin querer y Diego Costa marca el gol. La era Onésimo, en Zorrilla, no podía comenzar mejor.

Punterazo. Pero el conjunto de Gay no había dicho su última palabra. Hasta ese momento, todo eran malas noticias para él. Primero el gol. Después la lesión de Pulido, que tendría que dejar su puesto a Diogo. Y el Valladolid insistiendo. En el 31', Arzo remató alto de cabeza con bastante peligro.

Pero iba a llegar el momento del 'gordito'. Le animó un poco antes una falta que sacó Eliseu y que obligó a Villar a poner los puños para enviar a córner. Eliseu fue uno de los destacados de la tarde y como alcance el nivel que ofreció en Málaga, el Zaragoza lo acabará notando y mucho. Pero estábamos con Suazo. Es un jugador diferente, talentoso, capaz de resolver de un punterazo a la escuadra en la jugada del empate de su equipo. Primero se hizo con el balón, después engañó a los rivales y les hizo dudar, de hecho acabaron reculando. Terminó por sorprender a todos con un disparo letal. Era el gol del empate. Oro para los de Gay. Una losa para los de Onésimo.

A esas alturas del partido había quedado claro cuáles eran los puntos fuertes de unos y otros y dónde estaba el talento. Los de Gay se aplicaron a ello y decidieron frenar a Diego Costa como fuera. Lo terminarían logrando. Le dieron todos: Contini, Jarosik, Ander Herrera, que fue expulsado en la jugada, y otra vez Contini. Se marchó del campo con un esguince de clavícula y golpes en todas las partes del cuerpo.

Eliminado su peor enemigo, la mejor virtud del Zaragoza fue manejar con solvencia el partido en la última media hora y teniendo un hombre menos en el campo. Los de Gay no estuvieron brillantes, pero estuvieron prácticos y con mucho oficio. El Valladolid, cuando se quedó sin fuerzas, fue más corazón que cabeza. Onésimo se empeñó en no jugar por bandas para cubrir con Borja las espaldas de Medunjanin y todo lo bien que le salió al principio le salió de mal al final. Con un hombre más en el campo, fue incapaz de materializar en juego esa superioridad.

Se había calificado el partido como una final, pero de la que nadie quedó salvado ni condenado. Quedan 16 jornadas y, eso sí, de Zorrilla el Zaragoza se fue más reforzado al no perder. A Onésimo le quedaron el consuelo de haber visto mejoras y la seguridad de que necesita más tiempo.

Onésimo debutó en el josé Zorrilla

Onésimo Sánchez se estrenó como entrenador del primer equipo en el José Zorrilla. El técnico estuvo muy encima de sus jugadores corrigiendo las posiciones y motivando a todos sus futbolistas. Al final se mostró satisfecho de la actitud, pero triste por no haber ganado.