Mendilibar se la juega

Ayer estaba en el pedestal futbolístico más alto de la ciudad de Valladolid. Hoy se juega su puesto y lo perderá en caso de que no logre la victoria ante el Almería. La situación que vive Mendilibar describe a la perfección lo que ha sido siempre el fútbol. Los resultados encumbran y hunden a los profesionales, a todos sin excepción. Y generalmente son los técnicos los únicos y grandes paganos del cúmulo de errores generalizados en un club y que ponen a los equipos al borde del precipicio. Si el Valladolid no le gana al Almería en Zorrilla, los números acumulados de tres victorias de los últimos 31 partidos justificarán al presidente para utilizar la silla eléctrica. Pero de los errores de Suárez, de Olabe y de los jugadores no parece ser el momento de saldar cuentas. Mendilibar salta al ruedo frente a Lillo y el toro sólo puede cogerlo a él.

Final anticipada. Pero al margen de la delicada situación que vive el técnico local, la realidad dice que los puntos son de oro entre rivales directos en la lucha por el descenso. La sensación es que el conjunto andaluz llega más convencido y mejor en el aspecto anímico que su rival al partido. Lillo ha transmitido a sus jugadores desde su llegada confianza y querencia por el balón. Lo demostraron con un buen partido la semana pasada en Sevilla.

Y será un envite con novedades interesantes. Por ejemplo la vuelta de Goitom a Zorrilla. El sueco hizo aquí buenos números, aunque nunca llegó a conectar con la grada. Su duelo particular con su sustituto, el angoleño Manucho, recién llegado de la Copa de Africa, promete fuertes emociones.