Goitom ahoga al Tenerife

Lillo y Oltra, dos técnicos de románticos ideales, tienen un duro trabajo por delante. El primero aún mantiene el impulso de la ilusión generada con su llegada. El segundo trata de exprimir a un Tenerife algo escaso de potencial y al que las botas le pesan como el plomo cuando no se ve rodeado de su gente. Los canarios aún no han ganado fuera. Ayer sumaron su segundo punto. El monstruo del descenso ya está de visita por la isla.

Lillo tiró de delantero centro y su equipo, como en Villarreal, lo notó. No fue brillante y fluido el Almería. Pero sí ganó mucha presencia arriba con Goitom. En El Madrigal su entrada cambió el partido. Ayer su equipo pudo buscarle desde el inicio. Mejor dicho, desde el minuto dos, que fue cuando aterrizó en el partido. Para entonces, el Tenerife ya había marcado. Kome bajó un balón del cielo y tuvo todo el tiempo del mundo para desafíar a Alves, que le aguantó el envite. Pero Juanlu no desaprovechó el rechace.

El Almería se desmelenó y el Tenerife replegó filas a la espera de una segunda oportunidad para apuntillar a su rival, que le sometió a una sucesión de córners y centros al área. Cisma, Soriano y Goitom no pudieron con Aragoneses, que repelió tranquilo las tímidas llegadas rojiblancas.

Estuvo esperando el Tenerife su pelota de partido una hora. Y le llegó a Kome, que estampó en el larguero la primera victoria como visitante del Tenerife. De paso, le dio la vida al Almería. A la siguiente jugada, Soriano le puso un balón interior muy suave a Goitom y el sueco, hombre del día en el Mediterráneo, no perdonó. 1-1. El Almería corría cuesta abajo. Pero todo lo que ganó Goitom lo puso en peligro Piatti, autoexpulsándose absurdamente. Oltra mandó a los suyos a acabar con los fantasmas que le persiguen en cada viaje. Pero las botas de sus futbolistas, lejos del Heliodoro, son de plomo. Empate a poco y mucha tarea pendiente para Almería y Tenerife.