De acompañante del trío galáctico a 'último de la fila'

Pocas veces como titular (al principio de la temporada) y más como suplente, Raúl había jugado en todas y cada una de las 17 jornadas de Liga excepto en dos. La última, ante el Mallorca, en un partido que ya estaba decidido en los minutos finales con 2-0. La otra fue ante el Almería, cuando el capitán se quedó vestido de corto, esperando en la cal un cambio que al final no se produjo porque en el 79' marcó Benzema.

Pellegrini ha sabido manejar a la perfección la situación del siete, que fue dinamita para otros técnicos. Pero al chileno le costó. El 4-2-2-2 que no funcionó tenía el sentido de meter al capitán junto al trío de fichajes galácticos de Florentino: Cristiano, Kaká y Benzema. Era fácil para El Ingeniero sacar del plano a Higuaín, heredado de la plantilla que dejó Calderón y Mijatovic.

Pero el mal juego del Madrid cambió el escenario. Se pasó al 4-3-1-2 (Kaká de enganche y dos delanteros, no tres) y Raúl perdió el sitio. Y para colmo, Higuaín derribó la puerta a base de goles ganando la mano incluso a Benzema. Ahora, el siete es el cuarto delantero (sólo Van Nistelrooy por detrás de él) y lleva diez partidos seguidos como suplente (nueve en Liga, uno en Champions).

Pellegrini dijo "titularísimo" para reconocer el esfuerzo de Raúl por entrar en el once. "Tenían que ver cómo trabaja", ha dicho a sus íntimos. En Valdebebas se exprime al máximo. Ayer, aún más, sabiendo que asoma una nueva oportunidad para él tras la lesión de Higuaín, acabó primero en cada ejercicio físico. Pero su notable profesionalidad todavía no le coloca por delante de Benzema.