Copa del Rey | Sevilla 0 - Barcelona 1
El Barça muere en pie
El Sevilla echa al campeón en un partido memorable de Copa. Palop, héroe en el Pizjuán. Guardiola cayó con todo. Al gran Navas le birlaron dos goles
El manto mágico que le rodeó en 2009 voló anoche en el Pizjuán, pero el Barça de las seis Copas se fue de Nervión a lo campeón, infundiendo un respeto reverencial. Sevilla, Sevilla tuvo que ser, vio caer al hexacampeón, que ya no podrá repetir su gesta. No se le deben poner peros. Guardiola honró la competición alineando a sus once mejores jugadores. Posiblemente recordó cómo el club tiró su prestigio cuando decidió no presentarse al partido de vuelta de las semifinales de 2000 ante el Atlético de Madrid. Y sus once pupilos (sólo tiró de Bojan y Pedro al final) persiguieron una remontada épica bajo la lluvia, pero encontraron un Sevilla orgulloso y bravísimo que fue a buscarle desde el primer minuto. Que jugó un partido noble y valiente a pesar de sus terribles bajas. Que supo sufrir y ganar. Primero peleó el gol y lo tuvo a mano en un cabezazo de Romaric y una faltita inexistente de Negredo a Pinto (que acabó en gol de Navas). Luego, cuando vio que venía el tornado, defendió su guarida.
El Barça tuvo que trabajarse su hueco en el partido porque el Sevilla jugó valiente y le apretó. Salió a pecho descubierto tirando a la papelera la leyenda negra que manda a Jiménez a la galería de entrenadores defensivos. Sucede que el Barça, cuando la lluvia remitió y los charcos del Pizjuán se secaron, empezó a gobernar el partido con autoridad. Aparecieron Xavi-Iniesta, Zipi y Zape, y la maquinita se puso en marcha. Sin embargo el descanso, con 0-0, Palop no podía ni soñar con la tormenta que venía.
Palop, portero que está en el imaginario de héroes sevillistas, se puso anoche otra vez el disfraz de Superman. Como en Donetsk cuando marcó el gol salvador subiendo al área del Shaktar con fe. Como en Glasgow, cuando paró el penalti de Marc Torrejón. Como siempre que se le llama al rescate. Aprovechó un día de perros de Ibrahimovic, se las paró de todos los colores a Messi y sólo dudó un momento porque el Barça estaba hecho una furia y llevaba debajo de la camiseta blaugrana otra que ponía soy campeón. A pesar de los esfuerzos de Escudé y Dragutinovic (enorme el serbio), el Barça pareció un río desbordado. Marcó Xavi y pocos pensaron que Palop resistiría. Pero el Sevilla tiene alma de campeón. Pocos equipos hubiesen sabido mantenerse en pie de esa manera. Jiménez aguantó en pie y pidió a su ángel de la guarda que sacase las alas. Su ángel, por supuesto, es Navas, al que Del Bosque vio desde el palco volar. Hizo dos cabalgadas angelicales durante el partido y se le anularon dos goles legales (el segundo después de un fuera de juego inexistente, lo rompía Alves) que hubiesen abierto de nuevo la caja de los truenos si el Barça hubiese pasado.
La defensa del Pizjuán fue emotivísima, con el Barça volcado en busca del gol imposible de Iniesta en Londres o Pedro en Abu Dhabi. Pero en Nervión esos milagros son menos posibles. La electricidad que le transmite la afición a su equipo vale muchas vidas. Fue una noche maravillosa. Con el Barça desfilando al vestuario con la cabeza baja y el Sevilla vivo, eufórico, orgulloso de decir que en Sevilla cayó el Barça, que anoche se volvió de nuevo humano. Un humano, desde luego, muy privilegiado.
favorito para ganar la copa
La eliminación del Barcelona ayer unida a las de Real Madrid, Valencia y Villarreal (habrá que ver al Atlético hoy) permite pensar que el Sevilla queda ahora como el principal favorito para ganar la Copa del Rey esta temporada. Pero ojo, le espera el Depor de Lotina en cuartos.