Morán y Trashorras: el talento no puede helarse

La Segunda es un baile de máscaras. Una cosa es cómo eres y otro cómo te ven. Si fuese por la elegancia, el Celta sería uno de los equipos grandes de la categoría: el otro día le plantó cara a un Villarreal que venía de empatar en el Camp Nou. Buen juego para los de Eusebio, que están en una buena racha y llegan comandados por Trashorras, tan talentoso como intermitente. Pero, al fin y al cabo, ese modelo, tan criticado en Segunda (en el Nàstic es conocido por el estilo Javi López), no se corresponde con la realidad. Los gallegos necesitan ganar si no quieren volver a los puestos de descenso. Tan claro como el agua que hoy caerá del cielo de Tarragona.

El frío, la lluvia, la amenaza de nieve... Todo es poco como para quitarle la ilusión al Nàstic, en el que debe ser el gran día de Tarragona. De ganar, los de César Ferrando pueden dormir en ascenso. La afición se ha encargado buena parte de la temporada de silbar y el equipo de dar palos de ciego en el Nou Estadi. Pero una cosa es cómo te ven y otra cómo eres. Y el Nàstic es un grande enmascarado en un equipo poco brillante, pero de gran talento y sacrificio, lo que le permite ser capaz de ganar en cualquier campo y bajo cualquier circunstancia.

Los locales presentan el equipo que le ha llevado a ganar los dos últimos partidos. Hay alguna duda, como la de José Mari o Roberto, o la de Vicente o Walter, pero el líder será el mismo, Morán. El Celta llega en cuadro. Eusebio sólo tiene 15 jugadores disponibles y ha echado mano del filial. Los visitantes tendrán el balón y el Nàstic espera que se estrellen una y otra vez contra su muro. A la primera, zarpazo grana. Asi puede resolverse la unión entre dos líneas ascedentes.