Valdano: "Nos jugábamos la vida en cada minuto"

Casualidades del destino, vuelve el Tenerife a jugarse su futuro más inmediato con dos citas consecutivas en casa ante Barça y Valencia. Esto es, los dos mismos rivales -con distinto orden- que se encontró Jorge Valdano a su llegada al banquillo del Heliodoro. Y a los dos les ganó, contra pronóstico y para locura de los más de 20.000 aficionados que entonces llenaron hasta por dos veces las gradas del Heliodoro. Artífice de la primera victoria ante el conjunto azulgrana en los 88 años de vida del Tenerife, el hispano argentino recuerda que fue en aquellos partidos cuando comprobó lo que ya pensaba. "Que los jugadores que iba a encontrarme eran adaptables a mi idea. Es por eso que me lancé a la aventura", añadió.

De los triunfos, memorables, rescata especialmente la escena de una afición entregada. "El que encontré al llegar era un ambiente favorable, de ilusión, que nos empujaba y alimentaba el estado de ánimo general", arguye Valdano, quien consiguió que en Santa Cruz se hablara casi exclusivamente de fútbol. "Y del Tenerife", completa. "Después de decir sí a Santiago Llorente, me vi en pocas horas frente a un grupo de jugadores de los que conocía a la mayoría; era el momento del primer entrenamiento y faltaban sólo horas para el partido ante el Valencia", relata. "Desde ese mismo momento comprendí que en el Tenerife nos jugaríamos la vida cada minuto, y así fue; ésa fue una de las claves para que todo saliera bien", explica.

A ojos de Valdano, se pudo ganar porque era un grupo "maduro". "Cuando me embarqué hacia la Isla seguí la fuerza de un impulso, de mi intuición Fue una historia feliz", afirma. La que tuvo en sus raíces un triunfo ante el Barcelona como el que pretende el representativo ahora. Otra vez en un momento delicado, otra vez con el amparo del Heliodoro y con el aval de la ilusión.

Pizzi fue el héroe de aquella tarde

No hacía mucho que Jorge Valdano se había hecho cargo del equipo con la misión de conseguir la permanencia y ante el Barcelona empezó a construir un camino que al final tuvo un final feliz. Juan Antonio Pizzi, luego blaugrana, fue el héroe de aquella tarde con sus dos goles.