Morán tira del Nàstic

Liga Adelante | Nàstic 2 - Villarreal B 1

Morán tira del Nàstic

Morán tira del Nàstic

Marcó uno y dio otro. El Villarreal B puso emoción.

Pues no le fue mal del todo al Nàstic que durante la semana se hablara de todo menos de fútbol en Tarragona. Supimos que llegaba el Villarreal B al Nou Estadi el sábado, tras seis días hablando de Consejos, Juntas, déficits y presidentes. No le fue mal eso, decimos, porque ayer venció 2-1 y confirmó que el gafe en su estadio pasó a mejor vida. Y no es que la cosa fuera plácida: el Villarreal B apretó al final y pudo dar algún que otro disgusto. Pero no ocurrió, el Nàstic venció y el nuevo Consejo, presente en el palco, debutó con victoria.

El partido, en su primera mitad, respondió al guión que siempre siguen los duelos contra los filiales. Éstos, formados siempre por gente joven e inexperta, apuestan por un fútbol vistoso y de toque (ya dijo Ferrando en la previa aquello de que el Villarreal B jugaría muy cómodo en Primera), pero suelen cometer errores de bulto que cuestan puntos. Y así fue ayer. Pero por partes. Salió el conjunto de Garrido a tomar el mando del partido explotando su mejor virtud: el ataque. Las combinaciones entre Matilla, Hernán Pérez y Marco Ruben encerraron a un Nàstic que se veía incapaz de contrarrestar el poderío amarillo. Pero fue dominio y no chorreo. Vamos, que faltó gol. Fue entonces cuando Morán decidió coger el toro por los cuernos y tirar de su equipo. Primero, marrando una ocasión clara ante Juan Carlos y luego sirviendo en bandeja el primer gol a Vicente. Fue en un centro desde la izquierda, que el sustituto ayer de Walter cabeceó a la red. Los goles tienen eso: animan al que los marca y en ocasiones espolea al que los recibe. Y el Villarreal siguió a lo suyo, sin perderle la cara al partido, jugando su fútbol y esperando mejor fortuna de cara a la portería. Lo que ocurrió es lo que decíamos antes: los filiales pecan de inexperiencia.

Y en una de esas, la jugada estúpida del partido que aprovechó como nadie un inspirado Morán. Cherfa sirvió de banda, Musacchio ve claro que tiene que despejar, pero se lía y Morán le roba la cartera para poner el segundo en el marcador. Y así, casi sin comerlo ni beberlo, el Nàstic se fue con mayor renta de la que merecía al descanso. Pero está bien: en otras muchas ocasiones fue el conjunto de Ferrando el que se fue a la ducha del 45' con más goles en contra de los estrictamente necesarios.

La segunda mitad fue menos vistosa y, por qué no decirlo, más aburrida. El Villarreal B se lanzó a por ese gol que le diera vidilla y el Nàstic lo esperaba con el cuchillo en los dientes para matar al contragolpe. Miguel Ángel pudo sentenciar, pero el partido se reservaba algo de emoción para el final, quizás como homenaje a los primeros minutos visitantes.

El árbitro señaló penalti de Medina en el área tarraconense y Marcos Ruben no falló. Era el minuto 84 y, conociendo el historial nastiquero, quedaba mucho, muchísimo partido. En ese momento todo el estadio empezó a recordar partidos perdidos o empatados en el último suspiro... Pero en esta ocasión al Villarreal le faltó el acierto de la Real Sociedad o del Numancia.

Con todo, victoria del Nàstic, Navidades más o menos tranquilas en Tarragona, Consejo nuevo y, se supone, vida nueva. Veremos...