El nuevo aparato decisorio del Nàstic se presentó ayer en sociedad después del cambio de rumbo que dio el club el martes. José María Fernández, presidente, y Lluís Fàbregas, director general, abren una nueva etapa que tiene como objetivo recuperar económicamente al club después del déficit que presentó el anterior presidente, Xavier Salvadó, en la Junta General de Accionistas. "Todos sabemos que este consenso viene de lejos. El Consejo es fuerte y tiene muchos apoyos. Es lo que todos queríamos".
Borrón y cuenta nueva en una junta directiva que pretende eliminar cuanto antes el pasado reciente y que ya cuenta con deberes. Fàbregas, que regresa al club, se mostró "ilusionado y con mucha disponibilidad". El futuro de Antonio Pinilla es uno de los primeros asuntos. "El club le ofreció seguir en otra área". El ex jugador tenía un contrato privado con el anterior presidente y se intentará arreglar la próxima semana.
Si Pinilla saldrá por la puerta de atrás del club, Josep María Nogués entraría por la de delante. "Tiene contrato con el Poli Ejido y debe desvincularse primero. Está ilusionado de volver a casa". Nogués sería el director general y su ayudante podría ser José Antonio Gordillo. El presidente también explicó que "el alcalde nos ayudó para alcanzar el consenso y siempre es positivo tener el apoyo del Ayuntamiento".
Ferrando exige "la actitud de siempre" al equipo
Al margen de los cambios en el Consejo, la plantilla espera al Villarreal B mañana a las 17:00 con el deseo de sumar tres puntos y continuar con las opciones de ascenso intactas. Según el técnico César Ferrando, el rival "es un conjunto que juega muy la pelota y que está formado por futbolistas muy jóvenes e internacionales con otros países". Ferrando cuenta con la duda hasta última de Walter, que se lesionó esta semana en el transcurso de un entrenamiento. "Al equipo yo le pido la misma actitud de siempre", explicó el entrenador de Tabernes, que elogió el juego de los amarillos: "Este equipo en Primera jugaría muy bien, daría gusto". Sobre la abultada derrota de la semana anterior en el Ruiz de Lopera, el entrenador considera que "fue un accidente" y que "fuimos muy castigados arbitralmente". El Nàstic espera sumar su segunda victoria en casa consecutiva.
