Andrés Iniesta, Don Andrés para los admiradores de su juego, deberá frenar su evolución hasta el año próximo. Su pierna zurda dijo basta la noche del pasado miércoles, fecha en la que los catalanes derrotaron con claridad y remontando al Atlante mexicano (1-3). Después de la ecografía realizada ayer, los médicos diagnosticaron una pequeña rotura en la fascia del recto anterior de la pierna izquierda, algo que ya intuyeron tras el partido (entonces se dijo que padecía una lesión muscular, sin más, aunque es peor).

El manchego no se ejercitó ayer, pero tampoco perdió el tiempo. Tras ser observado por los responsables médicos, el futbolista comenzó un tratamiento que debe ponerle en condiciones para el próximo partido de Liga del Barça, el 2 de enero ante el Villarreal en el Camp Nou.

Pese a que se temió por las dolencias que padecía cuando se produjo la lesión, el futbolista siempre tuvo buenas sensaciones y tranquilizó muchísimo que no recayera de la grave lesión que sufrió en el tramo final de la pasada temporada y que le tuvo cuatro meses parado. Entonces se hizo una rotura en el recto anterior del cuádriceps derecho, afortunadamente ya olvidada.

Iniesta se lesionó en la acción del gol de Pedro, cuando le dio la maravillosa asistencia entre dos defensas. Al final del partido ya se informó que las opciones de que Iniesta jugara la final contra el Estudiantes de la Plata eran escasas. Eso sí, su lesión no le impedirá poder asistir este lunes a la gala del FIFA World Player que se celebrará en Zúrich (Suiza), ya que es uno de los cinco finalistas que optan al máximo galardón. Falta por ver si lo hará con otro título, el Mundialito, bajo el brazo.