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fútbol | rusia

Acusan a Rusia de convertir en "bacanales" sus concentraciones

Hablan de consumo masivo de alcohol y tabaco con pipas turcas, siempre con abundante compañía femenina, antes de partidos cruciales como el de clasificación ante Alemania o el de repesca ante Eslovenia de cara al Mundial 2010, donde finalmente no estará el equipo de Hiddink. Camameros de los bares donde acontecían los hechos hablan de un "sistema bien preparado para burlar los controles posteriores".

<strong>POLÉMICA EN EL FÚTBOL RUSO.</strong>

Colea en Rusia le ausencia de su selección del Mundial de Suráfrica, una decepción que se consumó tras caer en la repesca ante Eslovenia. El equipo de Hiddink cayó por 1-0 en Maribor después de haber ganado por 2-1 en la ida.

Ahora un escándalo mayúsculo se cierne sobre el equipo ruso, a cuyos jugadores se les acusa de emborracharse y fumar tabaco en pipas turcas, todo rodeados de compañía femenina y en la vísperas del partido de ida, que comenzaría a sellar el destino del equipo ruso, fuera del Mundial después de haber sido una de las grandes sensaciones hace menos de dos años en la Eurocopa, en la que llegó a semifinales y sólo pudo ser detenida por España, a la postre campeona.

La investigación de una televisión rusa revela que algunos de los jugadores más importantes de la selección rusa celebraron una fiesta hasta altas horas de la madrugada el día antes del partido celebrado en Moscú. Según esa información, los futbolistas seguían bebiendo cerveza y fumando a las cuatro de la mañana en un selecto local moscovita, Tverskaya Street. Trabajadores del establecimiento así lo han corroborado: "Yo personalmente les preparé las pipas, muchas, hasta que me harté. Hay que estar loco para fumar de esa manera antes de un partido, así que les dije que no iba a darles más. Ellos siguieron bebiendo y jugando a las cartas".

La investigación parece auspiciada por las más altas instancias del gobierno ruso, harto de la actitud de los jugadores. Lo prueba el hecho de que el canal de televisión que está destapando el escándalo es propiedad del Kremlin. Este hecho refuerza la seriedad de una información que va a más, ya que el escándalo se extiende al partido de clasificación ante Alemania, disputado en octubre y que terminó con triunfo alemán. Los empleados del Marriott Grand Hotel, donde tuvo lugar aquella fiesta, han hablado del comportamiento "esnob" de los internacionales rusos: "Presumían todo el rato. Arshavin se presentó diciendo 'Yo soy Arshavin" con chulería. Pedían comida y cerveza, invitaron a muchas chicas y aseguraban que tenían un sistema muy bien estudiado para eludir los controles posteriores por consumo de alcohol".

Esa misma noche, se asegura que Hiddink estuvo hasta las dos de la mañana en el lobby del hotel. La "bacanal" comenzó precisamente después, cuando el holandés se retiró a su habitación. Mientras el escándalo crece, el parlamento ruso pide que se depuren responsabilidades y la Federación evita hacer comentarios. Arshavin, capitán de la selección, sí ha salido al paso de estas informaciones: "No me sorprende que haya rumores, es lo típico en nuestro país. Cuando me preguntan por esto en Inglaterra digo que es pura basura. ¿Estamos tan locos como para acabar con la selección? En el equipo nadie fuma o se emborracha antes de jugar. Y si lo hiciera, sería su último partido con Rusia".