Raúl Tamudo
"Yo no me he negado a ir convocado ni a jugar"
Nuevo capítulo del caso Tamudo. Tras la conferencia de prensa de Pochettino, todo el mundo puede pensar que se ha negado a jugar tras la reunión que mantuvieron en el vestuario. Así se confiesa a AS el 23 perico.
¿Qué pasa, Raúl?
Que no es verdad que me haya negado a ir convocado, yo no me niego a jugar.
¿Entonces?
Antes del entrenamiento tuve una charla con el entrenador, llevo tres semanas apartado, me siento fatal y le dije lo que me parecía que debía decirle. Yo no soy de madera. Digo yo que podré dar mi opinión, ¿verdad? Pero jamás le dije que no iba a convocado, ¿cómo voy a negarme?
No sería el primero ni será el último.
¡Por favor! No hay un futbolista en el mundo que se niegue a jugar en su equipo, ¡yo estoy loco por volver a hacerlo! Vamos a ver: yo puedo quitarme del equipo, según el entrenador; ¿entonces por qué no me pongo? Esto no se puede aguantar. Me siento solo, muy solo.
Todo este lío empieza cuando Tomás Durán, su representante, sale con aquellas declaraciones en las que cuestiona su papel en el equipo. ¿No se equivocan ustedes en eso?
Yo no puedo controlar a Tomás Durán. Dice lo que dice, el club responde y salgo yo a decir lo que pienso. Doy mi opinión sobre este asunto, pero sin meterme con nadie, sin contar cosas que, de hacerlo, perjudicarían al Espanyol. Porque es el colmo que aquí el malo sólo sea Tamudo para según qué gente. ¡Por favor! Me he sentido muy mal muchas veces, muy ninguneado por personas del club, y no he abierto la boca. No he citado a nadie ni para bien ni para mal. Ni al presidente ni a nadie. Llega un día y me apartan del equipo; ahora, ayer, Pochettino me dice que quiere convocarme. Perfecto: pero podré opinar, ¿no? Me limité de decirle lo que pensaba, igual no le gustó, pero jamás le dije que no me convocara. ¿Qué pretenden? ¿Ahora te dejo, ahora te recojo? Hombre, que uno ya es mayorcito
Esto parece que tiene mal arreglo, Raúl.
Pues no sé. Me da por pensar que entre unos y otros quieren que me vaya y sin cobrar un duro. Se miente sobre mí, eso sí lo tengo claro. Es probable que nos hayamos equivocados todos, pero de ninguna manera me he declarado en rebeldía y está claro que éste no es el final que yo esperaba en el Espanyol. No me voy a poner demagogo con los años que he estado aquí, con los colores y todo eso. Digo lo que pienso: que llegué siendo un crío y creo haber merecido un trato diferente. Ahora, además de todo, me presentan como un mentiroso y como un jugador desleal que se niega a jugar con su equipo. Hasta aquí podíamos llegar: le repito, yo no me niego a jugar en el Espanyol. Opino cuando se me habla, sólo eso.