Sacchi
"Florentino siempre quitaba la autoridad al entrenador"
Lideró el Milán que ganó dos Copas de Europa y que pisó (5-0) al Madrid de la Quinta del Buitre. Florentino lo contrató al final de su primer mandato.
¿Reinventó en los 80 el fútbol italiano?
No... Tuve suerte porque encontré al Milán, un club serio y paciente que no quitaba autoridad al entrenador. Fichamos todo según mi idea.
¿Y la defensa zonal?
Teníamos muchos jugadores importantes pero todos se movían como si fueran uno solo. Había once, con balón o sin balón, en posición activa.
¿En posición activa?
Todos tenían, en todo momento, influencia sobre el juego, podían dar una ventaja a su equipo o un problema al rival.
¿Cómo se consigue eso?
¡Con trabajo! Recuerdo que Houllier y Wenger vinieron a vernos y nos dijeron: "Lo que habéis hecho en dos días nosotros lo hacemos en 15". Ahora, después de 20 años, World Soccer, la Biblia del fútbol, ha dicho que el Milán del 89 fue el mejor equipo de la historia de clubes.
¿De dónde cogió la idea del achique de espacios?
La clave fue encontrar a la gente para mi idea. Si pones a Julio Iglesias a hacer un concierto de rock no puede funcionar. Yo les decía a mis jugadores: "Seguro que no sois los mejores del mundo, pero sois los mejores para hacer lo que yo tengo en la cabeza".
¿Cómo recuerda el 5-0 al Madrid de la Quinta del Buitre en el 89?
A nivel técnico no creo que ellos fueran inferiores, pero nuestra idea futbolística estaba mucho más avanzada. Siempre teníamos más hombres cerca del balón, en defensa y en ataque.
¿Cuántas veces cayó en fuera de juego el Madrid?
¡16 veces! Mire. Cuando yo fui al Milán recuerdo que Berlusconi sólo hablaba del Madrid y de la Juventus.
¿Sí?
El día de antes del partido le dije a los chicos: "¡Por favor, hay que ganar al Madrid; Berlusconi no para de darme la tabarra con este equipo!". Justo antes del encuentro estábamos Silvio y yo solos en el vestuario, y de repente escuchamos, en el otro vestuario, que los jugadores del Madrid gritaban. Me dijo: "Qué pasa, ¿nosotros no gritamos?". Yo le contesté: "¡Gritan por el miedo que nos tienen!" (risas).
¿Cree que Berlusconi quiso parecerse a Florentino en lo de galácticos? ¿Por eso ficha tantos dinosaurios?
Dinosaurios... Mire, a él siempre le gustaba, como a Florentino, la mediapunta. Un año me proponía fichar a cuatro o cinco: "Alguien que dé luz a San Siro". Yo le decía: "La luz la da el juego". Y en cuatro o cinco años no fiché ninguno. ¿Si no está en forma o está roto, no jugamos? Y siempre aceptaba lo que le decía.
¿Como Florentino?
Le gustaban los jugadores de calidad... Un día le dije: "Deme su alineación". Puso a Beckham de lateral derecho y a Zidane de central, porque tenía un montón de delanteros y mediapuntas (risas). Florentino es un grande, sus etapas pasarán a la historia.
¿Se dejaba aconsejar?
No.
¿Y para qué le contrató?
¿Y por qué me marché? Le dije: "Me voy, no estoy acostumbrado a robar dinero".
Entiendo.
Sólo me hizo caso en lo de Ramos. Esta fue una lucha mía y me ayudó mucho José Ángel Sánchez, que cada día molestaba al presidente con esto.
¿Luxemburgo fue también idea suya?
Sí, porque me dijo: "O fichas a un entrenador o tienes que sentarte tú en el banquillo".
¿Lo fichó porque se lo recomendaron unos amigos?
Hombre, había visto a su equipo jugar. El problema no era ese. Espero que Florentino haya cambiado, porque se caía un avión en Colombia y la culpa la tenía el entrenador. Un jugador llegaba borracho y era culpa del técnico. Siempre quitaba autoridad al entrenador. Estoy seguro de que ahora no repetirá ese error.
¿Ese era el problema?
Todo el mundo trabajaba para sí mismo, no para el equipo. Florentino me pidió dos veces que me sentara en el banquillo, ¿eh?, y le dije que no, que era imposible hacer nada. Había jugadores profesionales y otros que no le interesaba nada, sólo salir por la noche.
¿Los brasileños?
No quiero entrar en eso. Era un equipo en el que se fichaba por nombres o para vender camisetas. Ahora no, ahora se ha fichado bien.
¿Qué piensa de Cristiano?
Tiene una calidad, talento y fuerza física extraordinaria, pero el fútbol no es un espectáculo de once solistas. De momento, no tiene la misma alimentación que tiene Messi.
¿Y Kaká?
Fantástico también como persona. Hablé con Florentino y le dije: "Aquí no se equivoca" .
¿Y qué le ocurre al Milán actual?
Que está en depresión y agotado. Todo sale del club. Si tiene euforia, ideas, amor y entusiasmo todo sale bien. El momento del Milán es particular, con el presidente más pendiente de la política.
¿Debería irse?
Espero que no: fue fantástico como presidente. Nosotros teníamos a Bonetti, internacional, y lo puse con la cantera cinco meses con el sueldazo que tenía porque salía por las noches. Silvio siempre me apoyó, como cuando senté a Van Basten porque me criticó en la prensa. Le dije: "Tú que sabes tanto de fútbol te quedas aquí sentado conmigo". Perdimos y Berlusconi nunca me dijo nada. Siempre me respaldó. Entró en el vestuario y dijo: "Este es mi entrenador; no tendría problemas en echar a varios jugadores".