Liga BBVA | Osasuna 3 - Atlético 0
Pandiani deja al Atleti en ridículo
'El Rifle' marcó dos goles y Aranda el otro. Osasuna arrasó de inicio y decidió en 29'. Infame defensa rojiblanca. Kun lo intentó todo. Brillante Camuñas
Es injustificable que, en un partido oficial, el equipo sin urgencias salga como una locomotora mientras el más necesitado salta al campo como el que juega una pachanga, no se sabe si sobrado o dormido, pero patético en cualquier caso. Así, a los 29 minutos Osasuna ganaba 3-0 y el triste Atlético debía dar gracias de que no fueran más. La primera conclusión es obvia: Camacho supo preparar a su equipo y Abel no, ni de lejos. Pero es aún más grave a largo plazo la segunda: jugador por jugador, la defensa y el mediocampo de Osasuna son mejores que los del Atleti. Tan simple y tan crudo para semejante presupuesto.
Tres minutos tardó Camuñas en explicar bien clarito de qué iba a ir el choque. Encaró a Ujfalusi y se fue de él con facilidad insultante. Su posterior centro al segundo palo fue una maravilla, tanto que Juanito se quedó admirándolo y Pandiani le devoró para conectar un imparable cabezazo en plancha. Con el 1-0. Osasuna se vino arriba, presionaba como si no hubiera mañana, recuperaba y atacaba en oleadas.
El Atleti era un niño asustado que tuvo un fugaz instante de esperanza a los 10 minutos, cuando Kun se quedó solo ante Ricardo, pero dudó y no se atrevió con la conveniente vaselina antes de que Azpilicueta acabara con el peligro. Ahí murieron las opciones visitantes.
Osasuna se dio cuenta de que es más sencillo desarmar la defensa del Atleti que hacer un puzzle de dos piezas. Ricardo sacaba largo, Aranda o Pandiani peinaban en medio campo y el otro se plantaba solo ante Asenjo, que salvó dos y a punto estuvo de pedir que, por favor, le dejen volver a Valladolid. Con estos centrales, la defensa adelantada es kamikaze. En realidad, sólo dejarles vestirse de corto ya es una locura.
Y luego está lo del balón parado. Lo entrenan y eso, pero no terminan de comprender que se trata de marcar a un rival y alejar el balón de Asenjo. Nada, no hay forma. Osasuna se dio un festín aprovechando que Puñal las pone de lujo y así llegaron los otros dos goles. En el 2-0, Josetxo cabeceó en un palo para que Pandiani, también de cabeza, remachase en el otro. Cómo podía estar tan solo entra en el terreno de lo paranormal. En el 3-0, Asenjo evitó el primer remate de Nekounam y el segundo de Juanfran, pero el tercero de Aranda ya fue imposible. 29 minutos y punto final.
Un paseo. Con el partido resuelto. Osasuna bajó el pistón, aunque aún lució sus joyas: Monreal y Azpilicueta son el futuro de España en los laterales, Camuñas estuvo deslumbrante y Pandiani se ha quitado diez años de encima con Camacho. Por cierto, si alguien va a usar como excusa el Virus FIFA, conste que Monreal, Nekounam y Masoud venían de sus selecciones y que si Forlán no jugó fue porque Abel le reservó pensando en el Chelsea. Más le vale haber acertado, porque se jugará el puesto en ese partido.
En la segunda parte, Agüero se embarcó en una lucha solitaria contra el mundo de la que casi sale vencedor en varias ocasiones. No tuvo suerte, pero de nuevo su actitud fue ejemplar. Parece que ni Maradona le quita las ganas. Pero sin Forlán... Jurado ayer no apareció, Simao sigue ausente y con Maxi no quedan esperanzas. Visto lo visto, el que debe preocuparse por la salvación no es Osasuna.