Eterno González. El día que deje el fútbol Raúl, el Bernabéu sonará hueco. Con Cristiano en su jaula de cristal y Kaká en el banquillo habilitado por el virus FIFA, el capitán coraje se echó el equipo a sus espaldas y gritó a los cuatro vientos: "¡Aquí estoy yo!". Florentino y Valdano, veteranos de guerra, ya se lo olían y le organizaron un homenaje previo al estallido de la fiera. Su partido 711 de blanco lo sitúa en la cumbre del Everest madridista. Nadie jugó tantas veces con la camiseta sagrada. Anoche se fue a su casa, acostó a sus cuatro hijos (Jorge, Hugo, Héctor y Mateo) y les dijo orgulloso que se puede nacer en la Colonia Marconi y poder derribar todas las puertas de la vida para ser alguien y lograr lo más importante: dejar huella. Florentino decía el otro día en la CNN que el Madrid debe "ganar, dar espectáculo, fascinar y conquistar corazones". Lo segundo y lo tercero está por llegar, pero el primer y el cuarto mandamiento florentiniano son cosa del 7. Algunos madridistas recelan de él, pero en el Bernabéu resistimos 85.000 fieles como los últimos de Filipinas. Eternamente Raúl.
Enigma Karim. Me preocupa Benzema. Ayer le tocaba examinarse y estuvo missing. Tiene un rubí escondido en sus botas, pero su indolencia es un problema. El madridista Luis Aguilé, que nos dejó hace unos días, se hizo famoso con una canción que el francés no debería meter en su MP4 ("Es una lata el trabajar"). Pellegrini se desespera porque no presiona ni se mueve entre líneas como debiera. Me llaman desde el palco mi amigo Jesús Romera y Germán Retuerta, presidente de ese Guadalajara que arrasa en Segunda B. "Cuando salga Higuaín la lía seguro". El Pipita no defraudó. Salvó a Argentina sin necesidad de faltar el respeto a nadie y ayer emuló a su admirado Raúl con una joya de orfebrería. Pase picassiano de Xabi Alonso (desde Schuster nadie los trazaba así en largo) y ahí aparece el Galgo de Brest para maquinar una vaselina-palanca de genio. Benzema es muy bueno y dará que hablar, pero Higuaín le saca un par de doctorados. Con 19 años se puso a ganar ligas heroicas con el Madrid. ¡Titular, ya!
Costa Galáctico. Desconozco qué golpe se dieron en la cabeza los técnicos del Atleti de Manoleti para dejar escapar a Diego Costa. El diablo existe y brinda con él cuando lleva la pelota cosida a sus botas. Volvió locos a Pepe, Albiol y todo el que quiso pararle en el uno contra uno. Mi admirado Jonathan Sesma, ayer de baja por una costilla quebradiza, me dice que aún puede hacerlo mejor...
Vuelvo a Raúl. Los amigos de Cañete de las Torres, Área 108 de la autovía de Valencia y Pedroñeras me obligan a terminar como empecé. Raúl, Raúl y Raúl. Sus goles fueron un homenaje al compañero Andrés Montes: "La vida puede ser maravillosa". Hasta siempre.
