Andrés Iniesta aseguró que vivió en la goleada de la selección española en Zénica a Bosnia (2-5), "una noche muy bonita", en un día en el que abandonó el campo ovacionado por la afición rival en pie.

"Ha sido una noche muy bonita en la que hemos firmado el pleno de victorias con muy buenas sensaciones para el Mundial de Sudáfrica", manifestó en la zona mixta.

"Todos teníamos el aliciente de conseguir un pleno de victorias. Queríamos inscribir nuestro nombre en un nuevo récord y estamos muy contentos por conseguirlo", añadió. Iniesta, que llegaba al partido 'entre algodones' por un golpe en su muslo derecho, reconoció que pidió jugar al seleccionador Vicente Del Bosque.

"En la selección, las cosas se hablan antes de que se decida. Cuando uno está bien quiere jugar. Yo tenía un golpe, pero le dije al mister que donde disfruto es en el campo. Al final así ha sido y regreso a casa feliz", admitió.

"He disfrutado mucho en el partido pese a que el césped estaba complicado para jugar. La selección ha sabido jugar como debía y seguimos nuestro camino con firmeza", añadió. Por último, agradeció la ovación que le rindió el público bosnio. "Emociona salir de un campo de fuera de tu país aplaudido. Es siempre una buena noticia para un jugador".