El Athletic ganó y convenció en su regreso a las competiciones europeas. Los de Caparrós se olvidaron de los balones largos sobre Llorente y optaron por practicar un fútbol elaborado desde atrás, con el que lograron superar de principio a fin al Austria de Viena, que acabó el partido con diez jugadores por una brutal entrada de Suttner sobre Muniain. Fernando Llorente volvió a encontrarse con el gol, y lo hizo por partida doble. El delantero riojano, que anotó el primero del partido tras un riguroso penalti señalado sobre Susaeta, convirtió en un auténtico golazo el segundo. La joven perla de Lezama, Muniain, cerró el marcador tras una perfecta combinación con Iraola y Yeste. Los 'leones' prolongan de esta forma su espectacular comienzo de temporada, tres victorias en tres partidos. Fue una noche de celebraciones en La Catedral. Además de la gran actuación del equipo, Etxeberria cumplió 500 partidos con la camiseta rojiblanca, Iraola cumplió 250 y Caparrós completó su encuentro número 100 en el banquillo del conjunto vasco.

Tras cinco años de ausencia el Athletic volvió a competiciones europeas, y lo hizo en el mejor escenario posible, en un San Mamés repleto y con sed de venganza por lo vivido hace un lustro ante el mismo rival, el Austria de Viena. Los de Caparrós, eufóricos por el buen comienzo de temporada, querían alargar la buena racha ante su último verdugo europeo, que llegó a La Catedral tras perder la semana pasada con el colista de su liga. Al igual que Daxbacher no pudo contar con sus dos mejores jugadores, Acimovic y Okotie, Caparrós perdió a dos de sus piezas fundamentales, Orbaiz y Javi Martínez. Etxeberria fue titular y Yeste, duda hasta última hora, se recuperó de su sobrecarga muscular y sí estuvo listo para la gran cita, que incluyó la novedad del estreno de los jueces de portería. Así, en el Athletic saltaron de inicio Iraizoz, Iraola, Ocio, Amorebieta, Castillo, Gurpegui, Susaeta, Yeste, Muniain, Etxeberría y Llorente.

Desde el pitido inicial el Athletic dio la impresión de tener todo controlado. Sin necesidad de lanzarse descaradamente al ataque, los hombres de Caparrós manejaban la situación por medio de una colocación perfecta sobre el terreno de juego. Un flojo disparo de Llorente, que detuvo sin problemas Safar, fue la antesala del primer gol del partido, obra del delantero riojano tras un riguroso penalti señalado sobre Susaeta. El Austria, que no había ofrecido muestras de peligro hasta el gol bilbaíno, no reaccionó tras el tanto recibido y fue el Athletic el que continuó como dueño y señor del partido. La superioridad local, la ventaja en el marcador y las florituras que se permitían los 'leones' dibujaron el panorama soñado por los más optimistas. Tanto es así que Iraizoz fue un espectador de lujo hasta el primer cuarto de hora de partido, momento en el que Diabang probó suerte con un disparo que resolvió como acostumbra el portero navarro.

La paciencia con la que el Athletic trató la pelota a la espera de la aparición de huecos en la defensa rival tuvo su recompensa mediada la primera mitad. Una galopada de Susaeta le sirvió al rojiblanco para llegar a la línea de fondo y poner un centro al área que remató Llorente de forma inapelable para conseguir el segundo del partido y volver hacer estallar San Mamés. Si el paisaje era bonito con un gol de ventaja, con dos era paradisíaco. En La Catedral olía a noche grande el día del regreso a las competiciones europeas. Daxbacher, técnico austriaco, entró en cólera tras el segundo tanto y no dudó en retirar del campo a Sulimani por Liendl con tan sólo treinta minutos de juego transcurridos. Iraizoz se encargó de poner la guinda a la primorosa primera mitad realizada por el Athletic. El guardameta rojiblanco abortó la mejor ocasión visitante del primer acto, de la que dispuso el hombre más peligroso del equipo rival, Diabang. Un disparo al palo del joven Muniain puso el punto y final a la primera parte soñada.

Tras el descanso todo siguió igual. El Athletic era el dominador absoluto del choque y el Austria de Viena no ofrecía sensación alguna de peligro. Así, llegó la mejor jugada del partido y la sentencia. Una combinación perfecta entre Iraola, Yeste y Muniain sirvió para que la joven perla de Lezama lograse el tercero del partido y llevase la tranquilidad absoluta a las gradas de La Catedral. Con el partido ya resuelto, Caparrós pensó en la apretada agenda que los suyos tienen por delante y comenzó a retirar efectivos con el paso de los minutos. David López sustituyó a Llorente, Zubiaurre entró en lugar de Iraola y San José hizo lo propio con Gurpegui. Por entonces, el Athletic practicaba un fútbol control ante un rival que jugaba con diez por expulsión de Suttner, lo que le proporcionó la tranquilidad suficiente para gozar de numerosas ocasiones que pudieron transformarse en una goleada de escándalo.

Al buen comienzo liguero del Athletic se une un inmejorable arranque en competición europea que llena de moral a los hombres de Caparros de cara al carrusel de encuentros en el que se encuentran inmersos los 'leones'. Los rojiblancos suman seis puntos de seis posibles en la Liga y comienza con goleada en su vuelta a Europa. Los bilbaínos mantienen su expediente inmaculado en esta nueva campaña.