Champions League | Sevilla-Unirea Urziceni
El sevillismo de fiesta, otra vez la Champions
Kanouté y Luis Fabiano, delantera para el debut ante el Unirea
Hoy no es el rival, es el premio. Dos años después, el Sevilla vuelve a la Champions. Y tiene mérito, porque su primera participación estuvo tan trufada de desgracias (la muerte de Puerta) y de situaciones casi insólitas en clubes de élite (el portazo de Juande Ramos hacia White Hart Lane) que muchos pensaron que de aquella eliminación fatídica ante el Fenerbahce del ogro Volkan Demirel no se levantaría. El Sevilla ha perdido algo de sentido lúdico en su fútbol por el camino, pero se ha convertido en una roca y el año pasado fue tercero sin discusión. Su buen andar por Europa (especialmente en las dos UEFAS y la Supercopa que conquistó en 2006 y 2007) le permitieron tener una bola en el primer bombo. Los réditos del sorteo son estos: debuta ante el Unirea Urziceni.
El jefe del Unirea es Dan Petrescu, carrilero derecho que vivió la edad de oro del fútbol rumano y que es jefe absoluto del Unirea. Dicen los periodistas rumanos que controla hasta la conversaciones de los futbolistas con sus mujeres, al más puro estilo del viejo Telón de Acero. Su filosofía es defensiva, tampoco se puede pedir más a un entrenador que ha hecho campeón de Liga a un club más que modesto. El superior de Petrescu es Stoica (director general) y el dueño un tal Dumitru Bucsaru, eminencia de la investigación y la construcción que vive en el anonimato pero engorda las arcas del club. El fenómeno del Unirea es comparado en Rumanía con el del Hoffenheim alemán la temporada pasada, y en el Sevilla han recordado estos días que el Cluj le complicó bien la vida al Roma la temporada pasada. Rumanía, bien lo saben en Sevilla porque en el Pizjuán lo vivió el Barça hace muchos años, encierra ciertos peligros.
Pero el favoritismo del Sevilla es indiscutible. Jiménez se va a dejar a Negredo (qué buena pinta en el debut, es un búfalo) en el banquillo porque regresa, intacto, Kanouté, que compartirá delantera con Luis Fabiano. Avisa Del Nido: "No tenemos 500 millones de presupuesto". Ni se pone al nivel de Barça, Madrid, United ni Chelsea, pero el Sevilla tiene toda la dinamita mencionada, velocidad (Adriano podría jugar hoy de lateral derecho y compartir carril con Navas) y potencia. Llevará el timón del equipo Didier Zokora, entusiasmado por su primer día en la Champions, el reclamo que le animó a decirle que sí a Monchi para firmar por el Sevilla. Se espera casi lleno en el Pizjuán, entusiasmado después del apagón de Valencia. Los cuatro goles del domingo al Zaragoza, el potencial con el que amaga el equipo (a veces sin romper a jugar del todo), el primer gol por llegar de Negredo. Es evidente que hoy no es el rival, es el premio.