Previa Liga de Campeones | Panathinaikos - Atlético de Madrid
Kun aterroriza a Atenas
El Panathinaikos pone cinco atrás para frenar al Atleti.
Ya estamos aquí. Tras uno de los veranos más largos que recuerda la afición del Atleti, sin grandes fichajes que llevarse a la boca y un constante temor a que Agüero y Forlán volaran, llega lo bueno, la previa de la Champions, y se olvida tanto sudor. El suspiro de alivio de la hinchada cuando el árbitro pite y sus dos delanteros saquen de centro, espantando así cualquier moscón, se podrá escuchar en medio mundo.
Mientras, hasta las 20:45 en punto, Ten Cate, técnico del Panathinaikos, rezará para que Abramovich aterrice con una avioneta en medio del estadio, suba al Kun y despegue sin mediar palabra. El temor que imponen Agüero, que está finito y ha arrancado como una moto, y Forlán, que nunca falla, es enorme y los griegos cambiarán su sistema habitual para intentar frenarles. Muchos han fracasado en el intento...
Cambios.
El invento de Ten Cate será una defensa de cinco con Gilberto Silva, un mediocentro de toda la vida, como líbero. Mientras, los centrales harán marcajes individuales a Forlán y Agüero. También el ataque griego vivirá cambios en función del Atleti. Cissé se escorará a la derecha para atacar en velocidad a Antonio López y Karagounis, el más habilidoso del Pana, buscará las cosquillas a Heitinga por la derecha. Salpingidis, delantero moscón, incordiará por todas partes.
Les habló más del Panathinaikos porque en el Atleti, novedades las justas. Asenjo debutará en partido oficial, el que será el primero de muchos, y Juanito encarará la asequible tarea de mejorar a sus predecesores como pareja de Ujfalusi. En cuanto a los clásicos, Maxi prosigue su cruzada por la redención y Simao mantiene su disfraz de tapado a la sombra de las estrellas. Vuelve lo bueno, llega la Champions y siguen Kun y Forlán. Gran día.
Preocupan los ultras del Olympiacos
La Policía ateniense investigaba ayer la posibilidad de que ultras del Olympiacos entren en el Spyros Louis infiltrados entre los seguidores del Atlético. La afición del equipo del Pireo se siente cercana a la del Barça, mientras que la del Panathinaikos mantiene buenas relaciones con la del Madrid. Está prohibido para los hinchas de los rivales atenienses acudir al campo del otro y la Policía pretende impedir que aprovechen este partido para crear problemas.