Casadesús es el punta deseado por Ziganda

Bueno, bonito y barato. El Xerez va a esperar hasta el final para encontrar a ese delantero rápido y que vea puerta. No va a ser fácil, pero aguardará a los descartes de los equipos de Primera División. Entre los jugadores que están subrayados en rojo se encuentra el balear Víctor Cadesús. En principio, el mallorquinista cuenta para Manzano, aunque el jiennense ya ha comentado que "tendrá que apretar los dientes" para buscarse un sitio en la plantilla. Y es que la situación de Víctor en el Mallorca ahora mismo es compleja. El club, antes de su venta, le había ofrecido al representante del futbolista, Miguel Angel Cermeño, la renovación de su contrato, que expira el 30 de junio del próximo año, aunque terminase siendo cedido o incluso traspasado en el caso de que llegase una buena oferta.

El ariete de Algaida, de 24 años y con una de las fichas más bajas de la plantilla balear -la misma que tenía cuando ascendió del filial- estudiará ahora la propuesta económica que le presente la entidad para tomar una decisión. Víctor irrumpió con descaro en Primera División antes de cumplir los 20 años, pero después vio cortada su progresión y en las dos últimas campañas ha tenido que irse cedido a Segunda (Real Sociedad y Nàstic) al no entrar en los planes de Gregorio Manzano.

Desde el Mallorca siempre se ha manifestado que es un futbolista interesante, una opinión apoyada por el interés mostrado por algunos equipos de Primera, como el Zaragoza. Sin embargo, en los últimos días la opción del conjunto maño parece haberse enfriado. Después de presentar una primera oferta, que fue rechazada por los bermellones, no han vuelto a dar señales de vida y el Xerez se encuentra en la recámara con las opciones abiertas por si finalmente el jugador queda en situación de salida.

El Hércules de Esteban Vigo también se ha interesado por el delantero, pero Víctor Casadesús ha descartado esta opción porque, según ha comentado, su único objetivo es "jugar en Primera División". El Xerez quiere un jugador de su porte, aunque de por medio está el Mallorca, que tiene la última palabra.