La pegada galáctica llega a la Casa Blanca

El Madrid de Pellegrini ya no amaga. Por fin golpea. El amistoso de Toronto sirvió para disipar las primeras dudas que empezaban a aparecer, sobre todo tras la decepcionante derrota en Sevilla ante esa Juventus que una semana más tarde fue vapuleada por el Villarreal de Valverde. Tras el 1-5 a los canadienses, ha quedado claro que si algo no le va a faltar a este nuevo Madrid es pegada. El cuarteto formado por Cristiano, Kaká, Benzema y Raúl deslumbró por su poder devastador en el área. Eso justifica haberse gastado 196 millones de euros en los tres primeros. Era una apuesta condenada al éxito. Pero lo del Capitán América merece capítulo aparte. Como si fuese un salmón que muestra su mejor cara nadando río arriba y contra corriente, Raúl está firmando una pretemporada para enmarcar. Ya es el pichichi del verano, con tres goles.

Explicación.

La aptitud de Raúl ha superado con creces a su habitual actitud, siempre por encima de la media. "Si a un futbolista tan inteligente como él le rodeas de gente con más calidad, él mejora su fútbol y sus números". Así me explicaba uno de los mejores amigos del 7 la segunda juventud que está viviendo el hombre-récord del club (ya superó a Di Stéfano en goles y cuando juegue 11 partidos oficiales más superará a Sanchís).

Raúl será de nuevo titular esta noche en el sexto amistoso del ajetreado verano madridista. Será en territorio Obama, en el estadio FedEx Field de Washington, a muy pocas millas de la otra Casa Blanca, la que encabeza el hombre que empieza a competir con Cristiano Ronaldo en las entradas en Internet. Cerca de 90.000 fans (latinoparlantes muchos de ellos) querrán ver in situ el poderío de ese ataque de ensueño, en el que faltará Benzema, por haber sido reclutado por la selección francesa. Ello nos permitirá ver noventa minutos a Higuaín, que afronta un examen tremendo. Dejar claro que él no es menos que Raúl o Benzema. Pipita, ante el DC United debes mostrar tu mejor versión. Si fallas, el frío banquillo te espera

La medular.

Otro atractivo del partido ante los norteamericanos será medir la templanza en el juego de corte y confección de Xabi Alonso. Sin Lass (también con los bleus), el tolosarra se adueña de ese centro del campo que se ha diseñado para que él sea el regista del aspirante "a todo", alegato vibrante y coherente de Pellegrini. Sneijder podría tener una oportunidad, pero el personal al que quiere ver es a su pirata favorito: el bucanero Granero. Con ustedes, el nuevo Madrid: Cristianos y Graneros.