El Submarino se pone en marcha ante el Girondins

Más presión a la hora de recuperar el balón perdido, un equipo más agresivo y que contemporice menos con la pelota en los pies o con más presencia en el juego de bandas, son algunas de las cosas que ha ido inculcando Ernesto Valverde a los suyos, día tras día. Un concepto de fútbol moderno y de ataque, con una idea de desplegarlo o plasmarlo en el campo, diferente a lo que había antes. Una manera de hacer las cosas que los jugadores han ido asimilando en cada sesión de trabajo, en cada entrenamiento. Por eso este periplo de amistosos que hoy empieza en la costera ciudad de Royan (Francia), tiene para este nuevo proyecto ese punto de ansia y de ganas por conocer sobre el terreno lo que hasta hoy sólo ha sido teoría y pruebas a lo largo del verano.

Y es que hoy se empezará a vislumbrar todo lo que puede ofrece el equipo de Valverde, el Villarreal de la era post Pellegrini. No es que en este primer partido se esperen grandes cosas, pero sí una idea, un concepto, una manera de hacer las cosas o el germen de este nuevo equipo amarillo. Por ello, a pesar de que ganar siempre da esa sensación de alivio y tranquilidad que todo equipo y su afición necesita para trabajar, si eres capaz de ganar al campeón francés mucho más. Por ello, hoy sería bueno poder ver una idea clara de lo que se viene trabajando, un equipo que mantenga lo bueno que tenía y que mejore lo que le faltaba en lo que será el primer test serio de los de Ernesto Valverde en lo que llevamos de pretemporada.