Vélez conquistó el Clausura

La fiesta del título estaba preparada para Huracán, pero apareció Vélez. Se esperaba a Huracán porque había sido líder casi todo el campeonato, porque fue el equipo que mejor fútbol hizo, porque hacía 36 años de su único título. A Huracán le valía el empate. Vélez debía ganar. Apareció Vélez. Quizá por la diferencia, porque es un club acostumbrado a pelear titulos... y a ganarlos.

Huracán comenzó con ilusión y a los 10 minutos marcó con un remate de cabeza de Domínguez que fue mal anulado por un fuera de juego que no existió. Empezó con ilusión y acabó lamentando su tuerta suerte, porque en el gol (minuto 85') hubo falta previa de Larrivey al portero Monzón, provocando que al meta se le escapase el balón y brindando el remate a puerta vacía de Moralez.

El partido se jugó a trompicones. No sólo por el juego, sino por las circunstancias. Al inicio con 20 minutos de retraso le siguió una interrupción de media hora provocada por una granizada, y se acabó con un final trágico con lanzamientos de objetos, Domínguez descalabrado, broncas, peleas y otros 15 minutos de demora.

Vélez dominó más. Se lo pedía el guión ya que sólo le servía la victoria. Todo lo bueno del equipo de Gareca llegó por la banda izquierda, con Papa y Moralez, porque si juega Moralez (lleva el 10), juega Vélez. Así llegó el penalti en el minuto 25, tras clarísimo derribo de Araujo a Martínez. Lo pateó (como dicen en Argentina) López y lo detuvo Monzón. Inmediatamente se lanzó el córner y llegó la segunda ocasión, salvada por Arano bajo el larguero. El dominio se calibra en llegadas al áreas y en esas goleó Vélez.

Huracán llegó a la última jornada con el reconocimiento de un fútbol bello. El tiqui-tiqui de Cappa, así bautizaron el estilo de Huracán. En cambio, sus dos ocasiones de ayer sólo fueron en jugadas a balón parado. Primero el gol anulado a Domínguez y luego otro remate, también del mismo defensa, al larguero.

La segunda parte fue igual de fría aún sin granizo. Salió el otro fútbol argentino. Pocas jugadas, muchas patadas, el arte de hacer pasar el tiempo sin que pase nada. En la grada, los hinchas de Huracán festejaban hasta que llegó el gol de Moralez. Fue un final cruel para Huracán, pero los títulos se ganan, no se merecen. Y ganó Vélez, sin merecerlo.

Cappa se enfrentó al árbitro

El final del partido estuvo marcado por los incidentes y las interrupciones en el juego. En los minutos finales, Ángel Cappa se enfrentó al banquillo contrario en varias ocasiones y recriminó al árbitro sus desacertadas decisiones. Las palabras subieron de tono e incluso hizo falta que la Policía entrara en el terreno de juego, sobre todo, cuando desde la grada no paraban de caer objetos. Uno de ellos impactó en el jugador local Domínguez, que resulto descalabrado con una importante brecha que no paraba de manar sangre. El árbitro decidió pitar el final sin llegar a los ocho minutos que había decretado de descuento. Al final, un Cappa más sereno se quedó con la parte positiva. "Con una final como ésta, con dos equipos que respetan el juego, ha ganado el fútbol argentino".

G.E. de Jujuy y San Martín, a Segunda

El San Martín de Tucumán descendió ayer a la Segunda argentina al perder contra Lanús (2-3) en la última jornada del Clausura. San Martín acompaña en el descenso al Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Suben a Primera Chacarita, tras cinco años, y el Atlético Tucumán, que nunca antes subió a la máxima categoría.