"De la cantera no salen jugadores a la carta"

Se fue del Zaragoza tras el descenso, un año fuera del fútbol y ahora... ¡El Madrid!

Nunca lo hubiera imaginado, ni por el club ni por el cargo, pese a mi pasado madridista. No lo pensaba porque estuve seis años en el Zaragoza como director deportivo, llevaba un año con vida relajada y con la mente en otras cosas. No tenía intención de volver al fútbol. Me pilló por sorpresa. Cuando me lo propusieron tuve que meditarlo porque suponía un cambio radical. Mi mujer es atrevida y me tiró de la oreja para que me lanzara al vacío. Sé que quema, pero merece la pena arriesgar...

¿Por qué dejó el Zaragoza?

Mi trabajo lo interrumpí por propia voluntad y no tenía perspectivas de volver. Sé lo estresante y exigente que es y quería seguir oxigenándome. Es un trabajo como mucha tensión y conlleva un gran sacrificio.

Se marchó con un descenso del Zaragoza a Segunda.

Yo lo he conocido todo. El éxito y el fracaso. Cualquier profesional no está preparado hasta que no te pegas un batacazo. El año pasado fue una auténtica desgracia y todo el mundo coincidió en que se hizo un equipo para estar en lo más alto, pero el equipo se cayó. Fue un trago muy amargo personal y profesional, pero me sirvió de enseñanza.

¿Qué ocurrió?

Nos podíamos permitir poco margen de error. Hubo muchas circunstancias que desembocaron en un final triste. El problema es que el desacierto o acierto depende del éxito de los jugadores. Que tengan lesiones, que se adapten a la ciudad, que su familia esté a gusto... Te das cuenta de que no se puede hacer un test psicológico a cada jugador o medir la mala suerte.

En el Zaragoza rescató la cantera con Cani y Lafita. Aquí le exigirán lo mismo.

La cantera no es una naranja que se pueda exprimir y sacar jugadores a la carta. Ojalá lo fuera. No se puede decir "voy a la cantera que necesito un mediocentro" y te esté esperando. Hay que mimarla y tratarla bien. Otra cosa es que te dé los jugadores que necesites. Es importante la comunicación fluida entre el primer equipo y la cantera. Todos deben jugar como el primer equipo. Eso ahorrará tiempo y te crea una cultura de juego que hace que todo sea fácil. El ejemplo es el Barça. Los mediocentros parece que se clonan. Eso sale porque se mantiene una línea.

¿Qué hará con la cantera?

Hay que verlo. Vuelve Ramón Martínez con Giráldez y tendrán que ver con la cantera. Hay que hablar. Yo a Ramón no le conozco, pero Valdano confía en él. Se buscará lo mejor para que funcione Valdebebas.

Ramón Martínez ha tenido muchas críticas y el Celta está a tres puntos del descenso a Segunda B...

Insisto en que es un hombre de confianza de Jorge y que al llegar podremos hablar.

¿Cuál es el modelo que debe tener el Real Madrid?

El Madrid sí ha tenido una seña de identidad clara histórica, otra cosa es que haya etapas que provoquen confusión. El espíritu y la casta del Madrid son intransferibles y nunca estuvo huérfano de códigos.

¿Pellegrini traerá la estabilidad al club?

Yo no le conocía. Sí su trayectoria y ha sido impecable. En el Villarreal ha dejado un sello muy reconocible, es el que mejor ha jugado en la Liga estos años. En el cara a cara me parece una persona de un temple, de una serenidad y de una coherencia extraordinarias. Tiene una visión futbolística muy depurada. Será la máxima autoridad, hay que reforzarle y protegerle.

¿Estará más cerca suya que de Valdano?

Todos estaremos cerca y siempre trabajaremos cogidos de la mano. Sin egos.

¿Dará usted el esperado aluvión de bajas?

Todos diremos mucho. Nadie está solo en la toma de decisiones. Aquí se mezclan intereses deportivos y económicos. Se opinará con el mayor consenso posible. Tiene que haber salidas porque no caben todos. Hay un riesgo evidente de que alguno se quede sin ficha si no existe entendimiento.

Kaká, Cristiano, Ribéry... ¡qué nombres para trabajar!

El mercado está esperando al Madrid con las manos vacías y el club quiere contar con los mejores. Es muy atractivo trabajar aquí...

Un producto suyo es Villa. ¿Pedirá su fichaje?

También hay que reconocer la labor que hizo Pedro Herrera. Apostamos por él jugando en Segunda. Tuvimos un detalle de valentía en su apuesta. Tenía 19 años, hacía goles, tenía hambre, era competitivo, con instinto callejero y una agresividad estupenda.

¿Y Forlán?

Con 30 años tiene una velocidad y chispa que nadie diría la edad que tiene. Es un profesional, un atleta, un apasionado de los deportes.

¿Qué piensa de Raúl?

Es un jugador inmenso, una leyenda viva. Choca que a los entrenadores se lo intenten tirar a la cara como un gato siamés. Ya se decidirá su rol y su papel. Él está harto de demostrar que es un ganador nato.

¿Trabajará con El Buitre?

Será una maravilla y un acierto. Transmite valores eternos del madridismo. Haría un gran trabajo porque tiene personalidad, educación y rectitud.

¿Qué sensación le deja sus primeros días en el cargo?

Que el Madrid se ha instalado en el futuro. Cuando yo lo dejé era más familiar, pero la capacidad para innovar es de otra dimensión. Te apabulla ver las posibilidades que tiene...