Liga BBVA | Valladolid
El Valladolid ya se salvó hace 24 años en Sevilla
El conjunto pucelano sabe lo que es regatear al descenso en una última jornada en la capital hispalense. Fue en 1985, pero entonces la victoria fue contra el equipo nervionense, que no se jugaba nada, no como ahora el Betis. AS recuerda aquel día, hablando con algunos protagonistas.
La historia está para ser recordada y para que se puedan tomar como referencia partidos como el jugado por el Valladolid en la última jornada de la temporada 1984-85. El equipo acudía al Sánchez Pizjuán obligado a ganar para poder seguir en Primera. El Sevilla no se jugaba nada. Además, en una tarde en la que los grandes protagonistas fueron los transistores, era vital la derrota del Hércules en el Bernabéu y también contaba lo que entre ellos hicieran el Málaga y el Hércules. Con el Elche y el Murcia ya descendidos, faltaba una plaza que se iban a jugar en noventa minutos estos cuatro equipos.
Triunfo vital. La plantilla del Valladolid llegó a Sevilla conjurada para conseguir la victoria y no depender de nadie. De hecho, todo empezó bien con el gol de Duque, que adelantaba a los de Redondo. Mientras, Málaga y Sevilla habían pactado un empate dando por segura la derrota del Hércules en Madrid. Los últimos minutos de la jornada fueron dramáticos. El Valladolid hacía el segundo gol y se salvaba. Y cuando parecía que las tablas en La Rosaleda mandarían al Hércules a Segunda, llegó el gol del argentino Dante Sanabria para hacer saltar la banca. Al Málaga le entraron las prisas porque en ese momento se iba a Segunda y rompió el pacto con el Betis. Mientras ganaban Valladolid y Hércules, Málaga y Betis pasaron de especular a jugarse el puesto de descenso. El empate condenó finalmente a los malagueños, que fueron los grandes damnificados.
Otro de los aspectos noticiables de aquella tarde fue el susto que proporcionó el presidente del Valladolid Gonzalo Alonso, que al descanso del partido sufrió un bajón de tensión debido a la presión del momento y tuvo que ser atendido. Afortunadamente la cosa quedó en un susto y esa misma noche pudo viajar en avión de regreso a Valladolid. El equipo hizo fiesta en Mérida.
Duque y Jorge anotaron para un Valladolid que fue mejor
El Valladolid tardó pocos minutos en ponerse por delante en el marcador. El gol de Duque tranquilizó mucho a los de Redondo, que además contaron con el apoyo del público sevillista que deseaba el descenso de los jugadores del Betis. El equipo pucelano se defendió bien y contraatacó con peligro gracias a las acciones de Yáñez y de Jorge. Precisamente el leonés sería poco antes del final el encargado de anotar el segundo gol de un Valladolid que vistió de morado. El Sevilla no tuvo su tarde y los de Redondo certificaron la permanencia sin depender de otros resultados.