Noche de alta tensión

La semana ha sido tensa y marcada por los altos precios fijados por la directiva del Valladolid para el partido. A pesar de ello, serán muchos los seguidores sportinguistas que estarán en las gradas de Zorrilla. La ocasión lo merece porque está en juego ni más ni menos que la permanencia. Será noche de transistores, de nervios, de animar al Barça, al Málaga y a Numancia y Getafe. Sí. Al Valladolid la derrota de los de Míchel le salva, al igual que el triunfo o el empate de los de Guardiola. Al Sporting le interesa más el triunfo getefense para ver hundidos al Recreativo y a los sorianos. Ya sería sólo cuestión de enterrar a uno más.

Una final.

El partido es una final. El Valladolid necesita un punto o ponerse a rezar para que le acompañe algún resultado desde otros campos. Los nervios parecen haberse apoderado de los de Mendilibar, que, tras estar salvados hace dos meses, se encuentran viviendo un drama que no se esperaban sufrir a estas alturas. Aunque Mendilibar ha elevado la moral de la tropa: "Lo tenemos a huevo. Todos quisieran estar en nuestro lugar".

La noche puede acabar en fiesta o casi en drama. Poco espacio queda para el termino medio. Podrían salvarse los dos a la vez, de la mano, y que se pudiera pasar de la tensión vivida por lo extradeportivo a lo largo de la semana a una especie de festejo colectivo. Es momento de aparcar las diferencias de la semana para centrarse en lo futbolístico, en que cada uno puede animar tranquilamente a su equipo. Momento de convivencia y respeto, de emoción y de fútbol con mayúsculas. Ambas aficiones se lo merecen.

Habrá dispositivo policial especial

Todo está preparado por parte de las fuerzas de seguridad para que no se produzca ningún tipo de incidentes en la zona externa a Zorrilla, en el interior del estadio e incluso en las zonas céntricas de Valladolid. La presencia de seguidores del Sporting será numerosa ya que muchas peñas han decidido finalmente viajar y acceder al partido. La Avenida Mundial 82, calle que está situada en la zona correspondiente a la Tribuna B, estará cortada al tráfico y será el lugar reservado para que se concentren todos los aficionados del conjunto asturiano que decidan no acceder a las gradas de Zorrilla, aunque se confía en que la mayoría de ellos entren al estadio a ver el partido. La intención es tenerlo todo perfectamente controlado.