Copa del Rey | Athletic
La cola de socios arrancó a las siete de la mañana
La locura colectiva que ha generado la inminente final de Copa del Rey continúa invadiendo Bilbao. En el primer día de apertura de taquillas para adquirir las localidades ya asignadas por registros, el socio madrugó pese a ser la festividad del 1 de mayo. La gente guardó con educación su turno y la espera se hizo larga por las múltiples comprobaciones que exigía el club para evitar errores.
Desde las siete de la mañana los socios llamados a taquillas estaban en sus puestos, en los aledaños de San Mamés, desafiando los chaparrones esporádicos que azotaron Bilbao a primera hora de la mañana. Y eso que la entrada la tenían garantizada desde el sorteo previo que en Ibaigane designó el turno para los primeros agraciados. Ayer desfilaron por el perímetro de La Catedral los que poseían los registros comprendidos entre el 20.299 y el 21.236, es decir, un total de 1.480 socios que sólo piensa en la final de Copa del próximo 13 de mayo en el campo de Mestalla.
Cerca de 90 minutos de media tardaron en obtener su billete, debido a los farragosos trámites burocráticos impuestos para que nadie defraude al club: fotocopia del carnet de identidad, búsqueda de la coincidencia del número que se traían del sorteo y firma de un acuse de recibo para justificar su propiedad.
Tío y sobrino, de apellido Maguregi, eran de los primeros que se encargaron de capturar hasta cinco entradas. "Todo lo han hecho mal. Es una chapuza. Creo que quieren aparentar tanta legalidad que hemos estado firmando recibos, comprobantes... luego no saben ni qué sectores estaban libres...", protestaba a la directiva el más joven.
Alberto Ezenarro, que viajará a Valencia con su mujer y permanecerá un par de días en la capital del Turia, sostenía, al contrario, que "todo está bien organizado, tenía el 20.420 y la verdad es que sí esperaba que me tocase la entrada".
Cuatro finales.
José Mari Saratxaga, con cuatro finales a sus espaldas, retiró su entrada tras hora y media larga de estoica espera. A las ocho y media de la mañana ya guardaba su turno, junto a un amigo de correrías: "Pensábamos venir antes pensando que habría menos gente, pero mira. Y por cada entrada hemos estado más de diez minutos en la taquilla. Han sido una pasada las medidas de seguridad", apunta este veterano socio. Se ha decantado por el sector 5, a 100 euros por barba, en la fila 14, que se asemeja a una Preferencia de San Mamés. "Una vez al año toca rascarse el bolsillo. Después de 25 años merece la pena", sostiene Saratxaga: "La final está al 50%. Ya nos pasó con el Barça, fuimos pensando que nos iban a golear, salió Endika y metió un golito".
Los guardas de Prosegur cumplían con celo su labor, aunque algún avispado logró colarse burlando su vigilancia. Txomin Txarte se va a colocar plantado donde muere la cola de las taquillas de San Mamés los once días del reparto de entradas, de ocho de la mañana a ocho de la noche, como si se tratara de una jornada laboral. Ha aprovechado el formidable tirón de la Copa para vender una pulsera rojiblanca de silicona, con la leyenda Athletic txapeldun, y un llavero de la final con el escudo del Athletic y del Barcelona y la fecha 13-5-2009 serigrafiada. "Es una patente que he firmado yo. De momento acaba de empezar la venta y va un poco floja, pero con paciencia y con los días, llegará. La pulsera vale un euro y el llavero, tres", indica este aficionado de Rekalde, a quien casualmente ayer le tocó pasar por el trámite de retirar su localidad: "He sido el quinto. He llegado a las siete y media de la mañana y había cuatro por delante", añade.
En la mayúscula hilera de socios, se encontraba el ex jugador rojiblanco Ricardo Mendiguren y el entrenador de la selección de Euskadi Sub-18, Joseba Núñez. El primero, que no se llevó ninguna de las 60 sorteadas en la Asociación de Veteranos, fue a recoger la entrada de su aita para regalársela a su hermano, al que hace 24 años le prometieron una final : "Tenía diez años... Fíjate lo que ha habido que esperar". Núñez, por su parte, quería una de las de 110 euros, según se fijaba sobre el plano de Mestalla que el mismo club cedía a los socios a pie de cola. Tres cámaras de televisión y algunos giris despistados veían la escena con asombro. Una agencia de viajes repartió sus folletos de ofertas para la final de Copa.
"El Barça estará cansado para la final"
Tres amigos adquirieron sus localidades juntos, en armonía. Eligieron una zona a su gusto, una preferencia. Las entradas más caras, las correspondientes a los sectores 15 y 16, a 140 euros, están reservadas para compromisos. Llegaron a las 08:30 y las adquirieron a las 10:15: "Está bien organizado", coincidieron en señalar. Los tres, Unai Ugarte, Jon Mikel Durana y Arturo Reina, van a la aventura a Valencia, sin parada ni fonda. "Hemos tenido suerte porque nos tocó de tirón en el sorteo, después sacaron otras..., un desastre". Su dictamen para el terreno de juego es claro: "Ganamos, el Barça está cansado. Con la afición rival habrá buen rollo", afirma el dicharachero Arturo Reina. Joseba Mendieta, Pitxejas, ex presidente de la Peña Julen Guerrero también adquirió la suya "a primera hora y por 50 euros".