El encuentro se puso de cara para el Levante cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos, al aprovechar Iborra un buen centro servido por Miguel Pérez desde la banda derecha para anotar el primer gol.

Este tanto dio confianza al equipo de Luis garcía y prácticamente noqueó al Eibar, que no tuvo capacidad de reacción y apenas pasó del medio del campo en los primeros veinte minutos, para desesperación de su entrenador, Josu Uribe.

El peso atacante en las filas locales lo llevaron Miguel Pérez y Xisco Nadal, que se entendieron a la perfección en la banda derecha, aunque Rubén Suárez anduvo muy cerca de marcar el segundo tanto de no haber lanzado ligeramente desviado un buen libre directo.

Tras la primera media hora de juego el Eibar incrementó su posesión, tuvo más presencia en el campo rival y, sobre todo, ganó consistencia en defensa.

Fruto de esta mejora llegaron un par de buenas ocasiones. La primera un disparo lejano de Nacho Insa que se marchó desviado y la segunda una buena acción de Codina, que controló un balón dentro del área e intentó batir a Reina, pero se había quedado sin ángulo al chutar y la defensa local obstaculizó el lanzamiento.

Pero la intensidad en el juego así como las acciones de peligro decayeron considerablemente en el tramo final de la primera mitad hasta el extremo del aburrimiento, y no mejoró tras el paso por los vestuarios.

La segunda mitad fue, de hecho, soporífera, con el Levante más preocupado por defender el resultado y el Eibar que, más que un equipo inmerso en las posiciones de descenso, parecía no jugarse nada, a tenor de lo visto.

El castigo a la indolencia del Eibar llegó en el minuto 58, cuando Xisco Nadal sirvió un gran centro para Jorge Pina que este remató a placer.