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Radomir Antic

"Mi apuesta es la misma que la de España, tener el balón, tener autoridad"

En agosto le llamaron de la Federación serbia para apagar el fuego y no lo dudó. Para él, ser seleccionador de su país es lo máximo y afrontó el reto con la intención de recuperar el protagonismo internacional y que los hinchas volvieran a creer en una selección que había perdido su identidad. De momento lidera su grupo mundialista y Suráfrica está más cerca.

Enrique Ortego
Radomir Antic.

El triunfo del sábado en Constanza ante un rival como Rumanía ha colocado a Serbia en una posición óptima para clasificarse para el Mundial...

Sí, sí, fue una buena victoria que ratificó que el equipo está en la buena línea, la que buscábamos. Todo nos va más que bien. Lo más importante es que estamos consiguiendo que el pueblo vuelva a ilusionarse por el fútbol, por su selección. El primer objetivo que me puse cuando me hice cargo del equipo es que el pueblo volviera a identificarse con sus colores y la mejor fórmula para hacerlo era con un equipo ganador, con carácter. El ambiente es casi de euforia. Creo que es lo que le faltaba a esta gente para ser feliz después de que el fútbol serbio haya atravesado un mal momento por muchas cosas y por muchas razones.

Le noto feliz, casi eufórico, como si estuviera contagiado de lo que le rodea...

Es que lo que estoy viendo es mucho más que un buen resultado. Tiene mucho más valor volver a ver a la gente feliz, encantada. La ilusión del país ahora es otra. El fútbol, el deporte en general, siempre ha sido muy importante para nosotros. Y ahora estamos recibiendo tantos elogios que hasta molestan...

Háblenos de esta Serbia que tanto le ilusiona, que de cinco partidos ha ganado cuatro, que lleva 12 goles a favor, sólo cinco en contra, que sólo ha perdido contra Francia...

Y ese partido contra Francia tampoco lo debimos perder. De verdad. Se lo digo yo. Nos faltaban jugadores importantes por lesión y no fuimos inferiores a los franceses en el juego... Yo no valoro ese resultado, valoro nuestro comportamiento ese día. Sobre el equipo puedo decir que es una mezcla de veteranos como Vidic, el gran capitán Stankovic, Dragutinovic... con jóvenes como Subotic, que me recuerda a Fernando Hierro, tiene 20 años, creció en Estados Unidos, puede jugar de central y centrocampista; Kacar, que juega en el Hertha y ahora está lesionado pero se va a hablar muy pronto de él por su calidad. Lo mismo ocurre con Ivan Obradovic, del Partizán, un lateral izquierdo que hace goles, como a Austria, y sube por la banda con potencia. Luego están Krasic, Marco Pantelic... Un buen equipo, de verdad, con mucho equilibrio, muy compensado, nuestro juego entra por el ojo de los aficionados. Siempre jugamos al ataque, tenemos mucho movimiento sin balón, ya estamos comenzando a sacarle fruto a las jugadas de estrategia...

Parece que me está hablando de España...

Ja, ja, ja... Esa es mi apuesta, que Serbia juegue como la Selección, pero con las características propias de nuestros jugadores que no son las mismas que las de los españoles. Pero mi estilo de fútbol siempre ha sido ése. Todos los equipos de Antic han tenido un perfil ofensivo, de tener el balón, de buscar los espacios. España encontró su verdadero estilo en el partido contra Dinamarca de la fase de clasificación cuando jugaron todos los pequeñitos y lo ha sabido mantener. Al éxito de España le avalan las estadísticas, es la selección que más tira, que más pases da, que más llega a puerta, que mejor defiende porque casi no recibe goles... Si lleva treinta partidos sin perder es por algo.

Un buen espejo en el que mirarse, desde luego.

Nuestro objetivo siempre es tener el balón y jugarlo. El otro día nuestras estadísticas mostraron que dimos 430 pases en un partido, no son los 530 de España el día de Suecia en la Eurocopa, pero está muy bien. Estos datos hablan de una apuesta y de una mentalidad. No soy hombre de sistemas, sino de conceptos, lo importante es ver el comportamiento de los jugadores cuando el rival tiene el balón y el comportamiento cuando lo tenemos nosotros. Jugamos casi con un 4-2-4. Queremos tener autoridad. Les he dicho a los jugadores que tenemos que ir ampliando nuestros objetivos, que no nos tenemos que conformar con clasificarnos para el Mundial, hay que ir más allá.

Vamos que le echaría un partido a la mismísima España sin ningún temor...

Ja, ja, ja... Claro que me gustaría jugar contra España. Ahora es la selección a batir. Todo el mundo quiere jugar contra un equipo que lleva treinta partidos sin perder para saber si es capaz de ganarle...

¿Y se ve capaz?

¿Por qué no? Hay que estar preparado para todo. Yo no afronto ningún partido pensando que soy inferior y eso se lo inculco a los jugadores. Por eso nos tenemos que ir poniendo metas más altas. Nuestros números nos avalan, venimos de ganar dos partidos fuera de casa y hemos hecho seis goles, nueve si sumamos los tres del partido anterior en Belgrado. Por eso la gente ha vuelto al estadio. Nuestra mayor victoria es llenar el Pequeño Maracaná. En la fase de clasificación para la Eurocopa jugamos contra Polonia y había más polacos que serbios, eso explica el ambiente de entonces y el de ahora...

¿Qué le dice la gente por la calle?

Se extrañaría si se lo cuento... Me dice que no nos deben hacer dos goles, que el otro día sufrimos los últimos veinte minutos, que por qué no juega más determinado jugador. En eso nos parecemos a los españoles, todos nos sentimos seleccionadores... Yo les miro y les respondo con respeto porque sé que están ilusionados, que ellos como yo, quieren más. Y creo que estamos en el camino. Por ejemplo, mañana tenemos descanso en el grupo y teníamos ofertas para ir a jugar a Omán o a Azerbayán. Había mucho dinero, pero hemos preferido jugar contra Suecia, un rival fuerte, que nos puede hacer crecer. Eso es de lo que se trata, volver a nuestro sitio con autoridad.

Y a su selección se llevaría a Iniesta, que es su jugador preferido...

No, noooo. Yo me ajusto a las características de los jugadores que tengo. No me quejo de lo que me pueda faltar. Lo que sí exijo a los jugadores es que ofrezcan el máximo de sus posibilidades. Y lo están haciendo. El ambiente es increíble. Los jugadores están deseando que vuelva a jugar la selección para juntarse... A Iniesta le conozco bien, estaba en los juveniles del Barça cuando yo estuve allí. Como estaba Xavi, que conmigo comenzó a jugar más adelantado porque antes no pasaba del centro del campo, también Puyol pasó a jugar de central... No me gusta colgarme medallas, pero son sucesos que han pasado. De España, yo quería a Bojan, pero él decidió jugar con España y le felicito.

A sus 60 años disfruta más que con sus nietos...

He llegado en el momento justo. Estoy disfrutando porque estoy haciendo lo que más me gusta y en la selección de mi país. Volver a ver a la gente sentir a la selección no tiene precio.