Mareona blanquiazul

Gallegos y asturianos, primos hermanos. Así reza el refrán, y por lo visto esta temporada, la sabiduría popular se anota un nuevo tanto. Allá por el mes de octubre Riazor vivió una fiesta con 4.000 gijoneses en las gradas, y hoy los blanquiazules devolverán visita con más de 3.000 seguidores deportivistas dándole colorido y ambiente a un Molinón que ha colgado el cartel de 'no hay billetes'. En la ida, la Mareona se llevó de A Coruña los tres puntos con un espectacular 0-3. Hoy, los coruñeses esperan que se repita la historia y que la Mareona blanquiazul arrastre los tres puntos a orillas de Riazor.

Lo cierto es que la fiesta en la grada debería de tener prolongación en el campo, porque tanto Sporting como Deportivo viven una temporada de ensueño. Los locales están en la zona templada de la tabla a cinco puntos del descenso en el año de su vuelta a Primera. Además, lo hacen disfrutando con la ofensiva propuesta de Preciado, ésa que ya ha hecho famoso al Sporting en España por su ambiciosa renuncia al empate (10 victorias y 16 derrotas). El Deportivo, por su parte, no para de sorprender. Instalado en su atalaya de UEFA mira de reojo a una Champions que está a sólo tres puntos de distancia.

Buen momento. Si las sensaciones generales de la temporada son buenas, las inmediatas son excelentes. El Sporting se presenta ante su afición después de derrotar a Osasuna en El Sadar, un triunfo que alejó fantasmas y que puso de manifiesto la enorme clase de Diego Castro. El fútbol del pontevedrés, Barral y Carmelo son los exponentes de la falta de complejos de este descarado Sporting.

Pero si los locales se sienten reforzados, el Depor llega en una nube tras el espectacular 5-3 que le endosó al Racing. El nuevo espíritu blanquiazul se llama Lassad, al que Túnez ya quiere en su selección. Su desparpajo, la clase de Lafita y la pegada de Riki desde banquillo prometen un duelo trepidante, un choque de mareonas en las gradas y en el campo.

Lotina esconde el once y Preciado da continuidad

Manuel Preciado, después de varias jornadas rotando en busca del once ideal, dio con la tecla en Pamplona y hoy apostará por la continuidad. El técnico sportinguista repetirá el once que derrotó a Osasuna con la única novedad obligada de la entrada de Cámara por el sancionado Sastre. El que juega un poco más al escondite es Lotina, que no comunicará hasta hoy a sus jugadores el once para "mantenerlos en tensión". Las dudas van desde el compañero de Lopo, entre Piscu y Colotto, hasta la posibilidad de cambiar de sistema y jugar con dos delanteros desde el inicio (Lassad y Riki). La composición del doble pivote y la posibilidad de que Guardado sea titular, son otras de las dudas que tiene el técnico.