Copa del Rey | Athletic - Sevilla
San Mamés será una caldera
Un Athletic fresco pondrá a prueba las tablas del Sevilla, que tiene ventaja
Lo que esta noche se celebra en La Catedral es sólo la semifinal de la Copa, nada más y nada menos que el partido que decide cuál de los dos equipos, Athletic o Sevilla, aspirará al título dentro de un par de meses. Sin embargo, por la dimensión que la cita ha alcanzado en Bilbao, por el modo en que la afición y el propio equipo de Joaquín Caparrós lo han preparado, más parece que se trata de una final.
Una final que no lo es, pero que se afronta como tal, con las calles engalanadas, los seguidores en trance festivo y los jugadores protegidos, exentos de la rutina de la Liga a fin de que estén descansados, frescos, ágiles, y puedan así ofrecer su mejor versión ante un Sevilla con más escamas y que en principio posee ventaja en el marcador (2-1, en la ida).
Quizás la entidad del Sevilla invite a rebajar en algún grado el clima de euforia que todo lo envuelve y que irá in crescendo a lo largo de la jornada hasta desembocar en la caldera de San Mamés. Tiene el Athletic bazas válidas para codearse y tumbar a cualquiera, aunque sea un bloque serio, áspero incluso, como sería el andaluz. Es conocido cómo se las gasta el equipo dirigido por Manolo Jiménez, repleto de tipos curtidos, acostumbrados a gestionar batallas de altura.
Equipos. Caparrós pondrá en liza a su bloque titular, con la única duda de si mantendrá a Vélez o dará entrada a Susaeta. La pizarra de Jiménez no se diferencia gran cosa de la del pasado sábado. Prieto en la zaga, Navas y Adriano en las bandas y Renato como media punta, son las novedades. También Luis Fabiano ha viajado, tras un mes lesionado, pero de entrada su lugar será el banquillo.