Kravets aborta el experimento de Emery

UEFA | VALENCIA 2 - DÍNAMO DE KIEV 2

Kravets aborta el experimento de Emery

Kravets aborta el experimento de Emery

El ucraniano de 19 años fue el gran protagonista del encuentro al marcar los dos goles del Dínamo de Kiev, que deja fuera de la UEFA a un Valencia desordenado, desganado y muy desquiciado. Los 'chés' sólo pudieron marcar a balón parado.

Raro el partido y raro el Valencia. El 1-1 de la ida, el a priori nivel inferior del rival, el poco prestigio que le queda a la UEFA y la apatía general. Todo ello, unido a los impagos de las nóminas que, aunque los jugadores declaren que no les afecta en los partidos, está claro: influye. Todo ello lo padeció el partido, la eliminatoria. Pero sobre todo el Valencia y el valencianismo, que se queda casi sin aspiraciones.

Unai Emery no contribuyó a frenar la previsible desgana y alineó un once extraño. Maduro sigue ocupando el lateral derecho, pese a no ser su puesto natural. Alexis, Albiol y Del Horno completaron la zaga 'ché'. Pero el desorden táctico comenzaba más arriba, desde Marchena hacia adelante. El sevillano, a pesar de ser el autor del gol, se perdió en el centro del campo, un puesto impropio para él. No creó, no se ofreció y a penas cortó, que era su función. Con uno menos en la creación, Fernándes, un gran complemento pero un novato como único director del juego, no conectó con los de arriba: Silva, Mata, Morientes y Villa, ayer desasistidos y desperdigados por el campo sin sentido.

En una de las pocas jugadas hilvanadas y coherentes de los valencianistas en la primera parte, Silva, apareciendo por la media punta, habilitó a Mata en banda izquierda. Éste buscó rápido a los de arriba, Morientes la vio pasar, pero Villa la cazó y cómo no, la puso en la escuadra. Esta vez fue no fue Emery, sino el juez de línea quien deshizo el orden natural del Valencia anulando el que hubiera sido el empate. Una tentativa que llegó un minuto después del gol de los visitantes.

Fue Kravets quien, en el 32, aprovechó el hueco generado en la espalda de Maduro. Quien dejó atrás a Fernández, quien esquivó el resbalón de Albiol y quien batió por raso a César. El ucraniano rompió a la defensa de Emery y él solo hizo tambalear los cimientos de Mestalla. Aunque el temblor duró poco. El gol reactivó la desidia ché, que avisó con el tanto anulado a Villa, y materializó la temporal remontada con dos goles originados en sendas faltas botadas por Fernándes. La primera la mandó a la red Marchena de cabeza. Era el minuto 44. La segunda, la aprovechó del Horno después de que el lanzamiento del portugués desde la izquierda desconcertara a la retaguardia del Dínamo. En el 62.

Consciente de que el experimento era fallido, pese a ir ganando, Emery rectificó y rearmó su dibujo. Morientes y Mata se fueron al banco. Joaquín entró en la derecha, Vicente en la izquierda y arriba se quedó Villa, con Silva por detrás. Volvió el orden lógico, aunque Albiol se encargó de volver a destrozarlo. El central de la selección se fue, innecesariamente, a la aventura. A lo Lucio, a lo Pepe y la perdió. Marchena tardó en cubrirle las espaldas. Y otra vez surgió Kravets. El ucraniano de 19 años galopó para coger el pase de Correa, se midió con César y le volvió a engañar. Gran escaparate eligió el delantero.

Con el Valencia fuera de la UEFA, Emery recurrió a Baraja y borró toda huella de su extravagante probatura quitando a Marchena. El Valencia se desperezó y se lanzó al ataque, pero Kravets ya había sentenciado. El Valencia ya sólo respira en la Liga. Entrar en Champions es su única botella de oxígeno para salvar la temporada. Su única aspiración.