Tal vez por falta de costumbre de quedarse en inferioridad (lleva 173 minutos en Liga jugando en superioridad numérica), la expulsión de Keita fue el clavo al que el barcelonismo se aferró ya anoche para justificar la derrota ante el Espanyol. Sucedió en el minuto 38 del derbi, aún con el 0-0 en el marcador: el malí hizo una dura entrada a Moisés Hurtado y con la pierna de apoyo le rebañó. Delgado Ferreiro, en contra de lo que suele suceder a menudo en el Camp Nou, no vaciló y mostró la roja directa al jugador azulgrana.
Desde ese momento, los compañeros de Keita protestaron airadamente. Entre las consecuencias de las quejas, al margen de que se perdieron cerca de tres minutos, estuvo la amarilla que vio uno de los preparadores físicos del Barça, y también las amonestaciones a Etoo y el perico Luis García, que se enzarzaron en un agresivo cara a cara. El Espanyol acabó imponiéndose en superioridad numérica, aunque con la marcha de Keita no cesaron las jugadas violentas por parte azulgrana. Yaya Touré se encargó desde el primer minuto de imponer su fuerza, y Guardiola dio entrada a Sergio Busquets tras el descanso (en lugar de Henry) para hacer lo propio.
Tras la derrota, Xavi se mostraba quejoso: "El árbitro se ha equivocado. Ahora no diré que hay una campaña en contra nuestra, pero no perdimos el partido por circunstancias del juego". Algo similar opinó Víctor Valdés: "La expulsión fue bastante polémica".
Expulsiones. En realidad, no es la primera vez que el Barcelona acaba esta temporada un partido en inferioridad numérica (Piqué ha sufrido dos expulsiones y Márquez, una), lo cual no riñe con la idea de que los culés están más habituados a convivir sobre el césped con la situación opuesta: jugar contra diez.
Son 173 los minutos que el Barça ha disputado en esta Liga en superioridad numérica, repartidos en siete jornadas (una de ellas, curiosamente, en el derbi de la primera vuelta, en Montjuïc), y en todas las ocasiones, excepto una (el Barça-Numancia), acabó sacando provecho: 9-0 a favor cuando el rival estaba en inferioridad.
