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Liga BBVA | Valladolid 2 - Athletic 1

Víctor dejó las cosas claras

El Athletic se limitó a bombear balones Borja lideró el buen juego vallisoletano Paradas Romero estuvo desastroso Yeste fue expulsado al final

<b>INCISIVO. </b>Jonathan Sesma desborda a Iraola.
INCISIVO. Jonathan Sesma desborda a Iraola.

Lo más caro en el mundo del fútbol es el gol. Ayer el Valladolid lo tuvo, por dos veces, en las botas de Víctor (el pequeño delantero extremeño vuelve a tomar protagonismo y ésa es una buena noticia para el Valladolid). Y ganó. Y adelantó al Athletic en la clasificación. Y lo hizo porque fue mejor que su rival. El equipo de Mendilibar raseó el balón, trianguló, jugó al contraataque... Hizo un partido completo y trabajó para ganar. El Athletic se limitó a bombear balones hacia la cabeza de Fernando Llorente. El internacional hizo bien su trabajo, pero no es la Virgen de Fátima. Caparrós debió haber buscado alguna fórmula más para tratar de desestabilizar al Valladolid. La calidad de Yeste y de Orbaiz y la velocidad de Ion Vélez invitan a mucho más de lo que ayer fueron los rojiblancos.

Pero capítulo aparte merece Paradas Romero, capaz de cargarse un partido él solito. No dejó contento a ninguno de los dos equipos. Ni siquiera al que ganó, que ya es difícil. Se equivocó en casi todo. La caída de Jonathan Sesma ante la salida de Iraizoz pudo parecer a primera vista penalti. Pero no lo fue. El colegiado estaba bien situado. No acertó y el castigo lo transformó Víctor sin piedad.

Como la conciencia del colegiado no estaba del todo tranquila, (se ignora si alguien al descanso le llamó para decirle que la pena máxima no era tan clara), se echó al monte en el segundo tiempo. Suerte tuvo el Valladolid de que el segundo gol de Víctor iba a servirle de granero para el duro invierno que después le vendría. Una gran jugada iniciada por Borja, el mejor del partido, permitió a Sesma llegar y centrar para que en el segundo palo apareciese de nuevo Víctor anotando el segundo y dando la puntilla al Athletic. Quedaba más de media hora por delante y era el momento de que Paradas Romero prosiguiera con su recital.

Acoso

Con casi todo perdido, el Athletic echó el resto, pero fue el árbitro el que le metió en el partido. Un córner despejado sin más sobresaltos se convirtió en un penalti de Nano sobre Llorente que nadie observó. Ni Nano, ni los jugadores del Athletic, ni nadie de la grada. El público, el de los dos equipos, se quedó mudo. Llorente lanzó al palo, pero el rechace lo terminó por empujar a gol Orbaiz. 2-1 en el minuto 58. Quedaba bastante partido.

El Athletic se creyó que podía remontar y el Valladolid empezó a sufrir, a ponerse nervioso. Paradas volvió a liarla cuando en el minuto 71 no quiso pitar un penalti de Iñaki Bea sobre Ion Vélez. Fue el más claro de toda la tarde, posiblemente el único, que nunca debió dejar de pitar. No lo señaló. Pasó de tener la conciencia intranquila a no controlar los mandos del avión. De ahí al final acribilló al Valladolid a faltas. Lo que más daño le hacía. Caparrós ordenó insistir en colgar balones sobre Llorente. Craso error. Estuvo a punto de salirle bien en el 75', pero el remate picado del riojano se marchó junto al palo ante la desesperación de Ion Vélez, que no pudo llegar a marcar. El resto de intentonas las solventó bien el Valladolid, que sabía cuál era el peligro y ahí se hizo fuerte. El final fue igual que todo el partido, muy intenso, con el Athletic buscando esa cabeza salvadora y con el Valladolid dando un recital de aguantar el balón junto al banderín de córner gracias a la calidad de Medunjanin y al despliegue físico impresionante de Borja. Era el remate al encuentro.

Novenos.

El Valladolid le quitó el noveno puesto al Athletic. Ambos equipos transitan por caminos paralelos. Mendilibar logró por fin derrotar en Liga a los rojiblancos. Su equipo ha sumado siete de los últimos nueve puntos y empieza a ver la meta de la permanencia cada vez un poco más cerca. Los de Caparrós, con la Copa aparcada por un mes, se centrarán en certificar cuanto antes la salvación para seguir soñando con su torneo.

Yeste puso la guinda final de la impotencia. A 30 segundos del final del partido se quitó de encima a Sesma, cuando iba a sacar una falta, de un empujón. Paradas, acertó por única vez en la tarde y le expulsó.

El detalle: Ambientazo en la grada con 4.000 bilbaínos

El ambiente en las gradas de Zorrilla fue extraordinario. Nada menos que 4.000 seguidores del Athletic estuvieron en las gradas de Zorrilla acompañando a su equipo y animando en todo momento a sus jugadores, al igual que también lo hizo el público del Valladolid, que al final celebró con júbilo la victoria.