Fue el primer francés en heredar el 10 de Zidane

Bastante rápido, buenos centros desde la derecha y poco gol son las tres características principales de Julien Faubert, algo intermitente en el West Ham de Zola, pero uno de los líderes en asistencias en sus años en el Girondins de Burdeos. Allí se consagró Faubert, hasta el punto de convertirse en el jugador revelación del año en 2005 por delante de futbolistas muchísimo más consagrados como Toulalan o Zokora.

Siempre tuvo un gran potencial físico, algo natural porque, como confesó en su día a France Football, careció de un auténtico centro de formación. Nunca la tuvo. Nacido el 1 de agosto de 1983 en Le Havre, en realidad sí formó parte de la escuela del Cannes, la misma que en su día vio pasar a Zidane, Vieira y Micoud, por ejemplo. Pero no guarda gran recuerdo de aquello, quizá porque su paso por aquel Cannes se complicó por las lesiones. Varias de ellas debidas a su gran masa muscular, una de sus cualidades principales.

Fuerte.

Quizá por su fortaleza física, nada más llegar al Girondins de Burdeos su entrenador, Michel Pavon, le situó como lateral derecho. En esa posición puede rendir, aunque su mejor virtud es el centro desde la banda y por eso es mucho más útil como volante. Llegó al Burdeos tras rechazar una oferta del Lille. En aquella temporada, la de su consagración, alcanzó la selección Sub-21 para reemplazar al lesionado Meghni y vio cómo llegaba al equipo el técnico brasileño Ricardo. En realidad, perdió la titularidad como lateral, pero empezó a mostrarse más a menudo en el centro del campo. Y eso le supuso el lanzamiento definitivo.

Ricardo le incitó a perfeccionar los centros y, desde luego, le convirtió en el futbolista que alcanzó la selección absoluta y que se ganó el traspaso a la Premier. Debutó con Les Bleus el 16 de agosto de 2006 ante Bosnia, gol incluido, pero en la historia entró por otro motivo: fue el primer francés en heredar el 10 de Zidane después de la retirada del ex madridista. Ése ha sido su único partido internacional.

Y cuando parecía encaminada su carrera, una lesión en el Tendón de Aquiles le frenó. Volvió hace poco más de un año y ahora empieza a recuperar su nivel. Como él dijo, la clave de su mejoría es y será progresar en técnica para aprovechar su velocidad. Que nadie espere muchos goles, pero sí buenos centros desde la derecha. Esa es su arma. No hace mucho, el Lyon estuvo a punto de hacerse con sus servicios y el Lazio le tuvo prácticamente fichado para suplir a Oddo. Ahora llega a un equipo con más presión.